Esta rosa ha recolectado la tristeza y el sufrimiento, el dolor y el cansancio, las alegrías y esperanzas de tantos hermanosNacida en 1960, con una carrera de relevos (por iniciativa de los Escuderos de Colón) para llevar una rosa roja desde la frontera entre México y Estados Unidos, –de Laredo (Texas) hasta Monterrey (Nuevo León)–, hoy la Rosa de Plata se ha convertido en un punto de encuentro de los devotos de la guadalupana de Canadá, Estados Unidos y México.
A mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, la iniciativa fue tomada por el Consejo Supremo de Caballeros de Colón para cubrir varias rutas, desde Canadá, pasando por Estados Unidos, hasta llegar a México, y poner a los pies de María de Guadalupe, Patrona de todas las Américas, las peticiones de miles de gentes que la reciben a su paso.
El pasado mes de diciembre se entregó la Rosa de Plata al Papa Francisco, en la misa que celebró en la Basílica de San Pedro, en honor de Guadalupe.
En esa ocasión, el postulador de la causa de Juan Diego, Eduardo Chávez, se la entregó al Pontífice diciendo que en su recorrido “esta rosa ha recolectado la tristeza y el sufrimiento, el dolor y el cansancio de muchos de nuestros hermanos, pero también sus alegrías y esperanzas”.
Para este 12 de diciembre de 2015, la rosa se va a quedar en la Basílica de Guadalupe –a donde se espera la visita del Papa Francisco en febrero de 2016— justamente en el pináculo de las fiestas guadalupanas, que congregan, entre el 11 y el 13 de diciembre, a más de 7 millones de peregrinos.
Fervor popular
En los 55 años de vida que lleva la Rosa de Plata, ha llegado a muy diversos lugares, después de recoger los ruegos de miles de devotos.
En 1964, la recibió el Papa Pablo VI en Roma, y la volvió a recibir en 1968, en su visita a Colombia. El papa Francisco la recibió el año pasado, en el Vaticano.
Dada la respuesta popular, el Consejo Supremo de Caballeros de Colón ha trazado varias rutas simultáneas en Canadá, Estados Unidos y México.
Desde Canadá llegará, también al unísono (el 12 de diciembre) a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México y a la Basílica de Guadalupe, en la segunda ciudad más importante del país, Monterrey, que fue quien la recibió originalmente.
En el recorrido de la rosa, parroquias y comunidades celebran misas, rosarios, oraciones y diversas expresiones de la religiosidad popular, así como actos cívicos como cuando cruza el puente internacional y llega a México por la frontera de Texas (Nuevo Laredo) o por Chihuahua (Ciudad Juárez). En esta ocasión se tiene previsto que la rosa llegue al vecino país de Guatemala.
En esta peregrinación, los católicos y los ciudadanos de América del Norte se unen para expresar, públicamente, su devoción a Santa María de Guadalupe, quien recibe las peticiones de todos “en el hueco de su manto y en el cruce de sus brazos”.