Según el gobierno, los índices son mejores que en Alemania. La Iglesia cuenta con cifras más preocupantes.
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Desde el gobierno argentino se afirman estadísticas sobre pobreza que ubican al país sudamericano en mejor situación con respecto a los nórdicos. Pero las cifras de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) presentan una diferencia superior al 20% con respecto a las oficiales… ¿A quién creerle?
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner aseguró recientemente ante la FAO (Oficina de las Naciones Unidas para el Alimentación y la Agricultura) que la pobreza en la Argentina estaba prácticamente erradicada. “Lo que ha contribuido a que la Argentina erradicara el problema del hambre fue precisamente la existencia del Estado. Y de un Estado con políticas públicas muy activas, muy focalizadas en este problema”, declaró la mandataria en un discurso en el que mencionó que los índices de la pobreza en el país sudamericano se ubicaban por debajo del 5%.
Las cifras, como la prensa argentina ha insistido, posicionarían al país con menos pobreza que otros como Dinamarca o Alemania. Cosa ratificada por el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
Pese al debate, no son comprables las mediciones de ambos países por una cuestión metodológica. En la Argentina, la medición citada por la mandataria responde a un índice obtenido de acuerdo a la población que no alcanza a cubrir la canasta básica total, que supone además un reconocimiento de precios oficiales de los productos. En cambio, para las mediciones que se realizan por ejemplo en Alemania pobre es aquel que percibe ingresos inferiores al 60% del ingreso promedio.
El INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) dejó de publicar las estadísticas de pobreza a fines del año 2013. Según lo que advirtió el entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue por "problemas de empalme". Esa cifra, la última oficial, se condecía con lo asegurado por la mandataria en la FAO: 4,7%. De acuerdo al ministro de Economía Axel Kicillof los índices de pobreza dejaron de difundirse por una decisión política, porque la publicación de los números podría causar estigmatización en esos ciudadanos.
Sin embargo, consultoras privadas aseguran que a fin del año 2014 había 10 millones de pobres en el país, lo que equivaldría más de un cuarto de la población argentina viviendo bajo la línea de la pobreza. En torno a ese porcentaje estuvo el último índice del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que dará a conocer a mediados de julio su nueva medición. La diferencia puede entenderse de acuerdo al reconocimiento o no de la inflación, ya que mientras que el Indec aseguraba que la canasta básica de una familia a fin de año era de $788, para el Observatorio de la UCA el valor era de $1982.
La voz de la Iglesia
Buscando evitar la polémica por el número, situación que “escamotea” la realidad, el obispo de San Isidro y presidente de Cáritas monseñor Oscar Ojea declaró que “hay situaciones que hacen a cubrir las necesidades básicas y elementales de alimentos y vestimenta que se están cubriendo y de las que se han dado importantísimo avances, pero todavía tenemos bolsones de pobreza y tenemos déficit habitacional, sobre todo con situaciones de hacinamiento en el conurbano bonaerense”.
En el marco de una conferencia de prensa para presentar la Colecta anual de Cáritas que tendrá lugar el domingo, y ante la discusión sobre las estadísticas, el Obispo aseguró que “esta polémica con respecto al número de pobres, que hace mucho tiempo que existe en el país, números contestados continuamente por un lado y por otro (…) produce esta especie de lucha de más pobres, menos pobres…. Es escamotear un poco la realidad, el contacto con la realidad.
El Papa nos dice que la realidad es más importante que la idea”.
En la misma línea se expresó el Obispo de Posadas Juan Rubén Martínez, que aseguró que “los porcentajes pueden ayudar a entender estadísticas, pero lo importante es poder ver la realidad, y la pobreza es un flagelo en nuestra patria y en nuestro continente”.
Por su parte, en una entrevista radial en su ciudad monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal, insistió en que la pobreza “existe” y que se suele hablar de cifras de dos dígitos, pero que aunque se necesitan las estadísticas para planificar un país “ponernos a discutir temas de números y chicanas es alejarnos de la persona que necesita concretamente”.
Más allá de la discusión sobre las cifras, la erradicación completa de la pobreza es un compromiso unánime. Con ese objetivo Cáritas Argentina celebrará este fin de semana su colecta anual, con cuya recaudación apoya programas en todo el país. Porque lo importante no es la cifra o la discusión, sino la persona, como insisten los Obispos argentinos.
