Pide a los obispos de República Dominicana ayudar a las familias a descubrir la “espiritualidad de la paternidad y la maternidad”
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“Es necesario prestar mayor atención pastoral al papel de los hombres como maridos y padres, así como a la responsabilidad que comparten con sus esposas respecto al matrimonio, la familia y la educación de los hijos”; así recuerda el Papa Francisco la exhortación de Juan Pablo II a la Iglesia en América Latina al recibir este jueves 28 de mayo a los obispos de la República Dominicana con motivo de la visita ad Limina Apostolorum a las tumbas de los apóstoles san Pedro y san Pablo.
“El matrimonio y la familia atraviesan una seria crisis cultural”, constata Francisco, quien remarca el papel del hombre para la armonía familiar. “Por eso me gustaría hacerles un llamado a acompañar a los hombres, a reforzar la fe y la identidad de todos los miembros de la Iglesia”, indica.
La familia, fuente de perdón y tolerancia
El Pontífice, reafirmando el mensaje de sus últimas catequesis de los miércoles, ratificó que “la familia es el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia, a perdonar y a experimentar el perdón, y donde los padres transmiten a sus hijos los valores y singularmente la fe”.
En este sentido, invitó a ver el matrimonio más allá de la simple “gratificación afectiva”, también como un “aporte indispensable” a la sociedad.
En el proceso que lleva a cabo la Iglesia de cara al próximo Sínodo de octubre y el inicio del Jubileo de la Misericordia en diciembre 2015, el Papa pidió a los obispos dominicanos que trabajen por la reconciliación matrimonial y familiar y la comunión conyugal y que se comprometan en ayudar a las familias a descubrir la “espiritualidad de la paternidad y la maternidad”.
“Sigamos presentando la belleza del matrimonio cristiano: "casarse en el Señor" es un acto de fe y amor, en el que los esposos, mediante su libre consentimiento, se convierten en transmisores de la bendición y la gracia de Dios para la Iglesia y la sociedad”.
No se pueden llenar los seminarios con personas sin fe
Por otro lado, el Pontífice pidió a los obispos dedicar una mayor a tención a los sacerdotes para “defenderlos de los lobos que también atacan a los pastores” y exhortó a no descuidar la formación “humana, intelectual y espiritual” de los consagrados.
“No se pueden llenar los seminarios con cualquier tipo de motivaciones, y menos si estas se relacionan con inseguridades afectivas, búsquedas de formas de poder, glorias humanas o bienestar económico”, dijo Francisco a los obispos de la Isla del Caribe.
Atender a inmigrantes haitianos
El Obispo de Roma, atento a los problemas de los más débiles de la sociedad, invitó al clero dominicano a poner atención pastoral y caritativa de los inmigrantes, sobre todo a los provenientes de la vecina Haití.
“No admite la indiferencia de los pastores de la Iglesia” atender a los inmigrantes que vienen de ese país fronterizo, dijo. “Es necesario seguir colaborando con las autoridades civiles para alcanzar soluciones solidarias a los problemas de quienes son privados de documentos o se les niega sus derechos básicos”, señaló.
Promoción de los más pobres
El Papa reconoció las preocupaciones que enfrenta el pueblo dominicano debido al tráfico de drogas y de personas, la corrupción, la violencia doméstica, el abuso y la explotación de menores o la inseguridad social. Por ello, incitó a promover la evangelización y la promoción humana, sobre todo pensando en los más desfavorecidos.
Finalmente, evocó “la hermosura y colorido de los paisajes de la bella República Dominicana” para invitar a todos a renovar el compromiso por la conservación y el cuidado del medio ambiente.