7.15 de la mañana sonó el teléfono de Gabriel Almada, suboficial argentino apostado en la base antártica de Marambio. Como el remitente era un número privado, casi no atiende. Pero atendió. Era el Papa Francisco.
Cuando asumió, el Papa Francisco dijo que lo fueron a buscar casi al fin del mundo. Al sur de la Patagonia, que la Argentina comparte con Chile, está la Antártida. Y ahí, al fin del mundo, llamó el Sábado Santo.
A las 7.15, sonó el teléfono del suboficial Gabriel Almada, a cargo de las comunicaciones en la base argentina Marambio. Almada dudó en atender; por cuestiones de seguridad, estando lejos de su casa, prefiere no tomar los llamados cuyo remitente no está identificado, o figura como “Número privado”.
“¿Hablo con el señor Almada?”, le preguntaron del otro lado. Desconfiado, el suboficial interrogó en varias ocasiones: “¿Quién es?”. Por unos instantes, el intercambio fue tenso, hasta que Francisco “se dio cuenta de que yo no iba a dar brazo a torcer y estaba a punto de cortar”, y reveló su identidad. “Me paralicé. Una emoción muy grande, (que) nunca pensé recibir en mi vida”, expresó Almada en una entrevista televisiva con la cadena TN.
Almada reveló que él había mandado un mail para que el Santo Padre escribiera unas líneas saludando a la dotación por las Pascuas, pero no esperaba el llamado.
De hecho se disculpó ante el Papa: “Le aclaré que no era mi intención que él me llame porque me parece un atrevimiento de mi parte pedir que él me llame. Yo le aclaré que simplemente quería unas líneas de parte de él pero que estaba agradecido de que llamara”.
Almada vivió el diálogo con mucha emoción, y tras cortar, se puso a llorar. “Lo que me quedó grabado fue su humildad, su forma de hablar (…) Sólo el hecho de haber llamado la emoción que causó en toda la base… La verdad que es algo inexplicable”, expresó a TN.
Entre sus funciones en la Base, Almada está a cargo de la capilla Santísima Virgen de Luján, y fue autorizado debidamente como Ministro de la Eucaristía.
En esta capilla se cuida una réplica de la Virgen de Luján solemnemente trasladada desde su santuario en 1995, meses antes de la inauguración del oratorio. Además, desde hace poco tiempo, conserva un cofre con un solideo del Papa Francisco y un Rosario bendecido por él.
La base Marambio, fundada en 1969, es una base científica y militar permanente ubicada en la isla antártica Marambio, dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, con capacidad para albergar más de 50 habitantes.
Los permanentes contactos con el continente a través de las nuevas tecnologías, y la difusión de sus actividades e hitos que han hecho la Fundación Marambio y la Fuerza Aérea, acercan permanentemente la vida de los valientes habitantes de la base al resto de los argentinos.