El gobierno comunista ha aceptado ya la presencia de la Iglesia católica en la isla y se ha colocado la primera piedra de una iglesia dedicada a él
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La visita a Cuba de san Juan Pablo II, entre el 21 y el 25 de enero de 1998, marcó el inicio de la apertura de Cuba al mundo… y a la Iglesia católica. En aquel entonces, ante un todavía activo y en el poder Fidel Castro, san Juan Pablo II pronunció la frase decisiva: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”.
La apertura ha tardado muchos años, pero, finalmente, de la mano del Papa Francisco, los signos de que el viejo paraíso de los Castro se está terminando están a la vista. Además de la normalización de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, el gobierno comunista cubano ha aceptado ya la presencia de la Iglesia católica en la isla caribeña.
En este sentido, el cardenal Jaime Lucas Ortega Alamino, arzobispo de La Habana y uno de los “protagonistas ocultos” de la apertura, colocó el pasado 14 de marzo la primera piedra de un templo dedicado a san Juan Pablo II, según informó la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) mediante un comunicado publicado en su página web ayer.
El templo se situará en un terreno cedido por el Estado en el barrio Antonio Guiteras (conocido como Bahía) en La Habana del Este, el cual se construirá reutilizando las estructuras del altar construido para la misa celebrada por el Papa Benedicto XI en La Habana, en el centro mismo de la barriada donde desde hace 21 años se celebra la Eucaristía, se imparte la catequesis y cursos de formación bíblica en casas de familias católicas.
“Colocamos hoy la primera piedra para construir el templo a la parroquia de San Juan Pablo II, en este lugar donde ha perseverado en la fe una Iglesia de piedras vivas, que son ustedes… que veneran desde el principio al Cristo de la Misericordia, la gran devoción del Papa santo al cual se consagra la parroquia”, afirmó el cardenal Ortega Alamino durante la ceremonia de la primera piedra.
La piedra colocada tiene inscrito el lema episcopal de san Juan Pablo II: TotusTuus. La piedra es mármol de la región italiana de Reggio Calabria, donde está enclavada la parroquia de la Sagrada Familia de Palmi, que ha realizado un hermanamiento con la parroquia del Guiteras y se ha comprometido a apoyar la construcción.
Otro templo católico será edificado en el municipio Sandino, en la provincia occidental de Pinar del Río, con la “colaboración” de una parroquia de Tampa (Florida), anunció este mes la revista del arzobispado de Santiago.