Dos misioneros españoles, testigos de la persecución religiosa que vive el país
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La Hermana Pilar Vila se encuentra en Pakistán desde hace 18 años y no entiende lo que está pasando. "Cada vez son más fanáticos y aquí se creen más musulmanes que en el resto del mundo".
Arrecia la violencia contra los cristianos en Pakistán. Al menos 15 personas murieron y 75 resultaron heridas este domingo en dos atentados perpetrados de forma simultánea contra dos iglesias en un área cristiana de la ciudad de Lahore, en el noreste de Pakistán.
Es un atentado que se ha producido cuando decenas de personas asistían a la Misa del domingo y a la vez que la mayoría del país disfrutaba de un partido de cricket, un deporte muy seguido en el país, entre la selección nacional e Irlanda.
En COPE el testimonio de los misioneros españoles en la zona ponen los pelos de punta.
Hemos escuchado a la hermana Pilar Vila San Juan en La Mañana de Expósito y nada más ocurrir los atentados a Miguel Ángel, misionero español en Pakistán, ha contado a la Cadena COPE que ha visto trozos de carne, un ojo y algún dedo de uno de los kamikazes.
"Estoy viendo ahora mismo las balas, porque ha disparado con fusiles también. Tengo en mi bolsillo algunos de los plomos que han usado. No era solamente la bomba que ha explotado, ha habido mucho plomo que ha salido para herir a cuanta más gente mejor".
Según Miguel Ángel, el atentado podría haber sido mucho peor si uno de los terroristas hubiese logrado entrar en la capilla durante la Misa.
Además, Miguel Ángel ha narrado que la gente que se encontraba en la zona han cogido a uno de los terroristas "los han desnudado en la calle y los han quemado vivos".
"Les han echado queroseno, la policía se ha desentendido y los han quemado. Ahora mismo hay una atmósfera en la colonia de mucha crispación".
En La Mañana de Javi Nieves, el misionero salesiano en Lahore, Miguel Ángel Ruíz se emocionaba al hablar de los atentados y de la fortaleza de los fieles que siguen acudiendo a misa pese a la amenza que aún sigue contra ellos.
“La vida aquí no va a volver a ser igual nunca”, contaba.