El informe sobre libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada, país por país
Ucrania se enfrenta a cambios políticos y sociales radicales que probablemente afecten en gran medida a la libertad religiosa del país.
La caída del Gobierno de Yanukovych en febrero de 2014 y la posterior anexión de la península de Crimea a Rusia han ocasionado las actuales tensiones y la preocupación internacional. Se dice que en las provincias orientales de Luhansk y Donetsk separatistas armados, que han exigido la independencia tras manipular los referéndums locales, han intentado bloquear las elecciones destruyendo las urnas.
Con medidas, que se esperaba que provocasen la oposición de Rusia, para el verano de 2014 el presidente ucraniano recién elegido, Petro Poroshenko, manifestará su determinación de renovar la reivindicación de su país sobre Crimea y buscará nuevos vínculos económicos con Europa. Incluso el intrincado “paisaje religioso” del país podría cambiar. Mons. Bohdan Dzyurakh, secretario general de la Conferencia Episcopal Católica de Ucrania, afirmó que creía que el nuevo jefe de Estado, cristiano, sería “solidario con los católicos y abierto a todas las confesiones”.
La principal confesión cristiana de Ucrania es la Iglesia ortodoxa del patriarcado de Moscú, seguida de la Iglesia ortodoxa del patriarcado de Kiev y de la Iglesia greco-católica ucraniana. Otras Iglesias son la Iglesia ortodoxa autocéfala, que reconoce la jurisdicción del patriarcado de Constantinopla, la Iglesia católica de rito latino y distintas confesiones protestantes.
Ucrania es por tradición un país cristiano, históricamente vinculado, sobre todo Kiev, su capital, con el bautismo en el año 988 de la antigua Rus de Kiev de la que derivan las tradiciones religiosas e históricas de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. No es sorprendente, por lo tanto, que la inmensa mayoría de la población profese algún tipo de cristianismo. Sin embargo, al mismo tiempo, la composición confesional del cristianismo ucraniano está especialmente fragmentada, ya que se encuentra situada entre el cristianismo oriental y el occidental.
Según la Asociación de Archivos de Datos de Religión, “algunos líderes musulmanes” calculan que en el país hay dos millones de musulmanes, aunque las estimaciones del Gobierno y de organizaciones independientes rebajan la cifra a 500 000. La mayor parte de ellos son tártaros de Crimea, unos 300 000. Por su número, constituyen el tercer grupo étnico de Crimea.
Según el artículo 7 de la ley de 1991 “sobre libertad de conciencia y de asociaciones religiosas”, las organizaciones religiosas solo pueden registrarse a nivel local, como entidades religiosas individuales. No hay ninguna posibilidad de que un organismo religioso se registre a nivel nacional.
Desde 1996, existe el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Toda Ucrania que es un órgano consultivo, que representa los intereses comunes y reúne a todas las organizaciones religiosas en un esfuerzo común por el renacimiento espiritual de Ucrania.
Respecto a la situación de la libertad religiosa del país, el 5 de junio de 2013, Valeriya Lutkovska, comisaria para los Derechos Humanos del Parlamento de Ucrania, presentó un informe sobre libertad religiosa en el que manifestaba la existencia de una serie de áreas problemáticas, sobre todo la del registro de las comunidades religiosas y la obligatoriedad de volver a registrar sus estatutos.
Una ley nueva, la no 10221, firmada en noviembre de 2012 por el presidente Yanukovich, introdujo enmiendas que confirmaron el procedimiento del doble registro de las asociaciones religiosas, necesario para obtener el estatus de personalidad jurídica y para poder modificar sus propios estatutos.
El problema principal es que ambos procedimientos no están coordinados en absoluto, lo que provoca una serie de complicaciones y contradicciones entre los distintos organismos encargados de aplicar las decisiones políticas en el ámbito de la religión, aún cuando tanto el Ministerio de Justicia como el de Cultura han propuesto leyes para corregir esta ambigüedad.
El informe de la comisaria también presenta casos en los que la libertad religiosa ha sido violada.
Resalta la necesidad de garantizar la libertad de reunirse pacíficamente para realizar celebraciones públicas en el exterior de las iglesias o de los lugares de culto. El informe consideraba que, en vez de la práctica habitual de solicitar un permiso, debería servir simplemente presentar una notificación ante las autoridades competentes.
El defensor del pueblo también ha propuesto leyes para legalizar la negativa a realizar el servicio militar, tanto por motivos de conciencia como por razones religiosas.
El 12 de noviembre de 2013, los funcionarios de aduanas del aeropuerto de Lviv negaron la entrada a Norbert Neuhaus, antiguo vicealcalde de la ciudad alemana de Trier. Al parecer, no dieron razón alguna. Se suponía que iba a participar en Zarvanytsia en un seminario para jóvenes sobre los valores de la democracia cristiana, tema sobre el que ha escrito un libro enormemente difundido en Europa central y del Este, traducido al ucraniano y al ruso.
El 13 de noviembre de 2013, Karl-Gustav Severin, misionero y predicador de la Iglesia carismática sueca “Palabra de Dios”, también fue detenido en el aeropuerto de Borispol durante el control de pasaportes y reenviado a Suecia sin darle la menor explicación. Iba a participar en una celebración en Kiev y a asistir a una conferencia pastoral en Pavlograd.
El 28 de octubre, funcionarios locales de Evpatoriya detuvieron la construcción de una iglesia ortodoxa del patriarcado de Kiev. Atendieron a las preguntas de los creyentes. Uno de los funcionarios, M A Vedmetskaya, explicó que las obras eran ilegales y que por eso las autoridades habían ordenado la demolición del edificio, que ya se encontraba en una fase avanzada de construcción. Declararon que la edificación se había iniciado sin las debidas licencias.
En noviembre se produjeron tensiones alrededor de la iglesia ucraniana greco-católica de San Pedro y San Pablo en Lviv, donde un grupo de católicos ucranianos, que se dan a sí mismos el nombre de “Auténticos Creyentes” (Pravovernye), organizaron manifestaciones en el exterior de la iglesia greco-católica. El párroco, el P. Stepan Sus, pidió a las autoridades que impidiesen la manifestación. Afirmó que los miembros de dicha “secta” se reúnen en las horas de celebración del culto, para realizar sus contra celebraciones.
Los fundadores de “Auténticos Creyentes” son un grupo de antiguos sacerdotes católicos excomulgados por el Vaticano (el ucraniano Markian Gitiuk y los checos, Antoni Dognal, Robert Oberhauser y Richard Spirzhik). Representantes de este movimiento disidente anunciaron que seguirán organizando sus celebraciones de protesta y otras manifestaciones en la calle.
Según Alena Liasheva, analista del centro de investigación social, durante 2013 se produjeron en Ucrania más de 60 manifestaciones de comunidades de creyentes para protestar por las violaciones de la libertad religiosa o las faltas de respeto a este derecho. A lo largo del año hubo manifestaciones en contra del aborto y del “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Algunas de ellas, convocadas por grupos minoritarios, se debían tanto a preocupaciones religiosas como étnicas.
El 9 de mayo de 2014 por la noche, asesinaron a tiros al arzobispo Pavel Zhuchenko, de la Iglesia ortodoxa ucraniana (patriarcado de Moscú) cerca de Slaviansk. Servía en la iglesia de San Dmitry Donskoy, en la ciudad de Druzhkovka (región de Donetsk).
En el momento de redactar este informe aún se desconocen las circunstancias de su muerte. Mons. Pavel no pertenecía a ninguna parroquia concreta y no hay más información sobre su asesinato. Los funcionarios de la diócesis advirtieron de que no deben apresurarse a canonizarlo. La secretaria de prensa de la diócesis, Svetlana Ohrimenko, afirmó: “El sacerdote vestía de civil. Lo sucedido está siendo investigado por las autoridades policiales”.
Conclusiones
La libertad religiosa en Ucrania se ha deteriorado desde 2012.
Varios cientos de miles de ciudadanos ucranianos se enfrentan a persecución de varios tipos en diferentes conflictos locales entre las confesiones mayoritarias y minoritarias.
La libertad religiosa de Ucrania se ve comprometida con frecuencia por la lucha por encontrar el equilibrio entre las necesidades de los distintos grupos religiosos. También está el problema del favoritismo de las autoridades civiles a nivel local.