Es bueno conservar detalles que tienen un significado: descubre por qué se usa la derecha
Una lectora preguntó:
¿Es correcto usar la mano izquierda para santiguarse? Yo soy zurda y a veces lo hago con la derecha o la izquierda.
Pero ahora me percato de esto. En especial porque tengo un hijo de 4 años que también es zurdo y le estoy enseñando a rezar y cuando hace la crucecita lo veo que usa la izquierda y veo que yo también.
En el pasado recuerdo que mi mamá me decía que debe ser con la derecha, pero ¿es eso cierto o es un mito?
Me gustaría saberlo para saber y corregir a mi hijo y a mí, o bien hacerlo de forma natural como lo he pensado: escribo con la izquierda, me persigno con esa.
Responde nuestro experto, en primer lugar acudiendo al Catecismo (2157):
La cruz, una poderosa señal
“El cristiano comienza su jornada, sus oraciones y sus acciones con la señal de la cruz, ‘en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén’.
El bautizado consagra la jornada a la gloria de Dios e invoca la gracia del Señor que le permite actuar en el Espíritu como hijo del Padre.
La señal de la cruz nos fortalece en las tentaciones y en las dificultades“.
El primero que hizo la señal de la Cruz fue el mismo Cristo, que “extendió sus brazos en la Cruz. Y sus brazos extendidos entre el cielo y la tierra trazaron el signo indeleble de tu Alianza” (Plegaria eucarística de reconciliación 1).
Al principio, en los primeros siglos, era costumbre hacer la señal de la cruz sobre la frente.
Luego se extendió poco a poco a lo que hoy hacemos: hacer la gran cruz sobre nosotros mismos (desde la frente al pecho y desde el hombro izquierdo al derecho).
La forma original
Pero en la Iglesia oriental, a diferencia de la Iglesia de occidente, los fieles, aun hoy, primero se tocan con la mano derecha el hombro derecho y luego el izquierdo.
Y esta forma de trazar con la mano derecha la señal de la Cruz en la tradición bizantina y/o Iglesia oriental, era en realidad la forma original que tuvo esta práctica entre los cristianos de la Iglesia indivisa hasta el siglo XIV-XV.
Es decir, los fieles de la Iglesia católica hasta ese entonces se santiguaban partiendo del lado derecho al izquierdo, como lo hacen todavía los ortodoxos.
Ya desde finales de la Edad Media, es decir entre los siglos XV-XVI, la práctica en occidente es la que conocemos hoy, con la mano derecha que pasa del hombro izquierdo al derecho.
Sería interesante ahondar el tema del por qué cambiaron esa tradición tan antigua que proviene desde los tiempos apostólicos, pero esto es ya otra historia.
¿Por qué los sacerdotes bendicen con la derecha?
Porque los antiguos íconos muestran a Cristo o a los jerarcas de la Iglesia bendiciendo con la derecha.
La derecha nos recuerda el gozo de los salvados, de los que hacen la voluntad de Dios ya que el Hijo separará las ovejas de las cabras, poniendo a las ovejas fieles a su derecha y las cabras a la izquierda (Mateo 25, 31).
El sacerdote cuando bendice a alguna persona o al conjunto de fieles, comienza primero por el lado derecho de dicha persona o de los fieles y después al izquierdo.
En consecuencia el sacerdote dirige primero su mano derecha hacia su propio lado izquierdo y luego el derecho.
Es por esto que los fieles al santiguarse, imitando al sacerdote, se tocan primero el hombro izquierdo y luego el derecho.
El verdadero sentido
Pero no es sólo éste el motivo, también esta manera de hacer la señal de la cruz tiene un significado teológico de fondo:
La señal de la cruz comienza con la mano derecha desde la cabeza hacia abajo, aceptando que Nuestro Señor Jesucristo bajó desde arriba (esto es desde el Padre) a la tierra por su santa Encarnación.
Y continúa desde el lado izquierdo donde está el corazón, lugar donde se custodia con amor el misterio pascual de Jesús (su dolorosa Pasión y muerte).
Después pasa a lado derecho recordando que Jesús está sentado a la derecha del Padre por su gloriosa Ascensión. Es decir se acaba la cruz en la gloria celestial.
La derecha
La Iglesia siempre ha considerado el lado derecho como preponderante. Es por esto que, para trazar la señal de la cruz, se usa también la mano derecha. Siempre se ha hecho con la derecha.
Y es por esto que nosotros los cristianos únicamente nos santiguamos con nuestra mano derecha.
También, al incensar el Altar, se hace siempre comenzando desde el lado derecho. Hay muchísimos ejemplos más de esa preferencia hacia la derecha.
Nuestro Señor nos dice que, entre otras cosas, la caridad se hace también con la mano derecha:
“Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha” (Mt, 6,3).
Y estoy seguro que la mano izquierda nunca se ha puesto celosa de la derecha por esto.
Pero ¿es importante santiguarnos de una manera especial?
La respuesta es sí. Nosotros no tenemos ninguna autoridad para cambiar, negar o criticar, según nuestra manera de pensar, la tradición cristiana que hoy, y desde hace muchos siglos, observamos.
También en el ámbito de la vida social hay protocolos que respetamos aunque no conozcamos ni origen ni significado: cuando, por ejemplo, se saluda a alguien se le da la mano derecha, no la izquierda.
Las reglas de buena educación en la sociedad no son meras formalidades, sino que expresan respeto y cordialidad.
Cuando en la sociedad, en nombre de la espontaneidad, se dejan de lado las normas de buena educación, en realidad las personas se van –con perdón de la expresión-, ‘embruteciendo’ y el trato se hace burdo, tosco y áspero.
Un detalle
En la vida de piedad ocurre lo mismo. El motivo es que la mano derecha es considerada más “digna” y por eso se la usa.
Así, por ejemplo, el sacerdote da la Comunión con la mano derecha aunque sea zurdo.
No es que esté prohibido o que sea pecado hacerlo con la izquierda, pero es una cuestión de buena educación ‘litúrgica’ y detalle de amor con el Señor.
De todos modos, es bueno conservar detalles que tienen un significado y si lo hacemos por amor, valen aún más.
No se trata pues de formalismos vacíos: el contenido se lo ponemos nosotros con la fe.
Y utilizar la derecha para las acciones litúrgicas y/o religiosas nunca debe resultar ofensivo para los zurdos.
Yo sé de obispos y sacerdotes zurdos que bendicen y se santiguan con la mano derecha.
Evidentemente que utilizar la derecha, más que una cuestión de fe, es una convención, que quiere expresar una mayor dignidad de lo que se hace. De ahí que signifique un mayor respeto y, por tanto, más amor también.
Y en la liturgia la elegancia también es una virtud, y -si no se queda en mero gesto, porque se le pone cariño- es gesto de amor a Dios.
Valorar la cruz haciendo bien la señal de la cruz
Si entendemos lo que implicó para Jesús la cruz a favor nuestro, si recordamos que en la cruz Jesús nos amó hasta el extremo y si nuestro pequeño gesto de la señal de la cruz es consciente, estaremos continuamente reorientando nuestra vida en buena dirección, pues cargar la cruz es lo que pide Jesús para seguirlo.
Todo gesto simbólico, todo signo, puede ayudarnos a entrar en comunión con lo que simboliza y significa, y esto es importante.