Papa Francisco en Turquía abraza el dolor de cien niños sirios e iraquíes refugiados

La Iglesia no les abandonará, les seguirá ayudando en educación y formación, por mi parte seguiré pidiendo justicia para ustedes ante los líderes y la comunidad internacional

La última etapa del Viaje de Papa Francisco en Turquía ha sido en encuentro en el Jardín de la representación pontificia en Estambul, con un centenar de jóvenes refugiados procedentes de Irak y Siria, entre otros países, asistidos por los Salesianos en la ciudad turca. 

El Pontífice alzó su voz por la paz para que los políticos ayuden a mitigar el dolor de los refugiados que sufren las consecuencias de la guerra y los conflictos. “Me dirijo a los líderes políticos para que tengan en cuenta que la gran mayoría de sus poblaciones aspiran a la paz, aunque a veces ya no tienen la fuerza ni la voz para pedirla”.

En el encuentro, de aproximadamente media hora, participaron jóvenes refugiados cristianos y musulmanes de entre 10 y 15 años de edad acogidos por el Oratorio de los sacerdotes del fundador Don Bosco.

“Las condiciones degradantes en las que muchos refugiados tienen que vivir son intolerables. Por eso es preciso hacer todo esfuerzo para eliminar las causas de esta realidad” aseguró.

La mayoría de los jóvenes proceden de Turquía, Irak, Siria y otros países de Oriente Medio y África y forman parte de un grupo de 600 refugiados acogidos en los centros salesianos. 

El Pontífice expresó participación a su “sufrimiento” y espera que la visita, con la gracia del Señor, “pueda darles un poco de consuelo”. 

“Los refugiados, como ustedes, se encuentran a menudo carentes, a veces durante mucho tiempo, de los bienes primarios: vivienda digna, asistencia sanitaria, educación, trabajo” añadió. 

El Papa lamentó que tuvieran que abandonar “no sólo bienes materiales, sino, principalmente, la libertad, la cercanía de los familiares, su entorno de vida y las tradiciones culturales”. 

Por otro lado, alentó a todos los que están “trabajando lealmente” por la “justicia y la paz a no desanimarse”.

“Muchas organizaciones están haciendo mucho por los refugiados; me alegra particularmente la obra eficaz de los numerosos grupos católicos, que ofrecen ayuda generosa a tantas personas necesitadas sin discriminación alguna” afirmó ante la Comunidad Salesiana a la cuál ha sido confiada la Catedral latina.  

Asimismo, expresó su “vivo reconocimiento a las autoridades turcas por el gran esfuerzo realizado en la asistencia a los desplazados, especialmente los refugiados sirios e iraquíes”. Y pidió también “que no falte el apoyo necesario de la comunidad internacional”.

“Queridos jóvenes, no se desanimen. Con la ayuda de Dios, sigan esperando en un futuro mejor, a pesar de las dificultades y obstáculos que ahora están afrontando”. 

El Papa confirmó que la Iglesia Católica, “a través de la valiosa labor de los Salesianos, les es cercana y, además de otras ayudas, les ofrece la oportunidad de cuidar su educación y su formación”. 

Se calcula que Turquía acoge cerca de un millón y medio de refugiados que escapan de los conflictos limítrofes. Precisamente, el Papa Francisco en la visita al Palacio de gobierno del 28 de noviembre en un discurso ante el presidente Erdogan, ha manifestado que es injusto dejar solo el país en esta emergencia humanitaria. 

Este ha sido el último discurso del Papa, antes de saludar en el aeropuerto Ataturk en Estambul al Patriarca Bartolomé I y los representantes de la Iglesia ortodoxa.