Durante su viaje a Manila, en 1970, el Papa fue atacado por un desequilibrado mentalEl viaje a Extremo Oriente de Pablo VI en 1970, durante el cual – en la etapa de Manila, el 27 de noviembre – un desequilibrado mental armado con un cuchillo lo acuchilló dos veces en el pecho.
Milagrosamente los golpes no fueron mortales. Pero estuvieron muy cerca de acabar con la vida del pontífice.
Este atentado, recogido en directo por las televisiones de todo el mundo, turbó profundamente al Papa: un hombre vestido de sacerdote se mezcló con la multitud que rodeaba a Pablo VI en el aeropuerto de Manila.
“Sentí dos golpes en el pecho, no pensé que era un cuchillo”, dijo el Santo Padre conmocionado.
Su médico confirmó que las dos puñaladas se habían desviado por poco, una a la derecha y otra a la izquierda de la vena yugular.
No se sabe qué obstáculo providencial le salvó la vida, si la mano de su secretario Don Macchi o el corsé que utilizaba contra la artrosis.
O, como dijo uno de sus sucesores, una mano invisible, la misma que salvaría a Juan Pablo II de otro atentado, once años después. Pero esta interpretación excede el análisis histórico.
El Papa declaró “perdonar y olvidar” a su asesino, un pintor con problemas mentales, aunque el incidente pesó en su ánimo. El resto de su de viaje papal por Asia y Australia tampoco contribuyó a serenar su espíritu: fue públicamente rechazado por la prensa australiana, despreciado también por los representantes de otras confesiones cristianas, y recibido con frialdad por las autoridades de Hong Kong.
Este sería su último viaje, de los cinco que realizó en vida.
Así lo recoge este reportaje de la televisión pública italiana, RAI, fiel cronista de los viajes papales desde su fundación.
Te puede interesar:
En el aniversario del perdón de Juan Pablo II, Ali Agca va al Vaticano