Son 320.591 los niños paraguayos que viven por las calles en condiciones de pobreza extrema, en total estado de abandono, negligencia, explotación y marginación. El único sueño es encontrar una familia que les acoja y un Estado que se preocupe de ellos y los tutele de las violenzcias que sufren en casa. A menudo son abandonados por sus propios padres por las pésimas condiciones de vida, el desempleo, la falta de oportunidades de un salario digno y de un plan sanitario que pueda garantizarles a todos una vida digna.
En una investigación local reciente, que comenzó en agosto y ha terminado el 2 de octubre, se muestra gráficamente como sobreviven niños de todas las edades, entre la basura, la violencia, la soledad, el hambre, las drogas, como la marihuana y el crack que generan adicción, causan comportamientos compulsivos, además de un gran daño al organismo.
Esto es sólo una pequeña parte de la realidad de violencia que viven estas pequeñas víctimas y que oculta detras a adultos sin escrúpulos que los explotan o los venden para el tráfico de drogas. Seis niños paraguayos de cada 10 declaran haber sufrido abusos de cualquier tipo, y para casi todos es “normal” ser golpeados por miembros de la familia. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos , organismo de la Organización de los Estados Americanos , considera una prioridad la necesidad de invertir adecuadamente en la familia, en la comunidad y en los municipios.
