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El agua es uno de los elementos más importantes para la vida. Una persona puede sobrevivir sin alimento más tiempo que sin agua, y por esta razón, la mayoría de las culturas y religiones le han dado una importancia máxima.
Por su uso como elemento de limpieza e higiene, algunas religiones, como el judaísmo, la utilizan como signo de purificación del alma, mientras que en algunas regiones de la India hay lagos sagrados que purifican el alma de los que se sumergen en ellos. En la cultura prehispánica, el agua también se utilizaba en ritos purificatorios.
El agua para los cristianos
Pero más allá del aspecto de purificación, el agua se convirtió para el cristiano en un signo de vida.
Por el agua del Bautismo se recibe la vida divina y se deja de ser simple criatura para convertirse en Hijo de Dios.
Por el agua del Bautismo nos unimos a Cristo resucitado y recibimos la gracia vivificante del Espíritu Santo.
Es por eso que se dice que al recibir el bautismo morimos con Cristo para resucitar con Él. Así, el agua no es sólo un signo de la vida, sino de una vida en plenitud y abundancia.
Sentido del agua bendita sobre los objetos
El agua bendita la utilizamos los católicos para hacernos recordar la fe y los compromisos adquiridos por el Bautismo.
Es muy común que cuando un sacerdote bendice una casa o un local comercial, además de las palabras de bendición, derrame agua sobre el lugar con la finalidad de recordar a las personas que habitarán ahí, que son ellas quienes dan razón de ser y sentido a todas las construcciones y objetos.
Por la misma razón, se derrama agua sobre los objetos devocionales o religiosos como cruces, medallas, escapularios, rosarios, imágenes, velas, etc.
Cuando se bendice un auto, el agua recuerda a su conductor el compromiso de vivir los valores del Evangelio cuando conduce.
El agua bendita en las iglesias
El agua bendita colocada en la entrada de muchas iglesias pretende que al entrar en ellas, los católicos recuerden que por el Bautismo ingresaron a la comunidad cristiana.
También el agua se utiliza en forma popular para recibir el perdón de los pecados veniales y sólo de ellos, pero no suple a la confesión anual.
Es frecuente que al agua se le coloque un poco de sal para protegerla de malos aromas y la presencia de elementos nocivos como insectos.
El agua bendita como sacramental
El agua es un sacramental. La diferencia entre un sacramento y un sacramental es la siguiente.
Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, a través de los cuales se nos otorga la vida divina.
En cambio, los sacramentales son signos instituidos por la Iglesia (no por Cristo), para preparar a los hombres a recibir el fruto de los sacramentos y santificar las diversas circunstancias de la vida.
Bendición y protección
Finalmente, tenemos que decir que el agua bendita es un vehículo o instrumento por medio del cual recibimos la bendición y protección de Dios.
Pero no es el agua en sí la que tiene poderes especiales. Es Dios la fuente de toda bendición.
Por eso es necesario tener cuidado en considerar al agua como un elemento mágico o mezclar nuestro pensamiento religioso con elementos supersticiosos, como el de aquellas mujeres y hombres que utilizan el agua bendita para hacer “limpias” o que juntan agua bendita de iglesias” para que, según ellas, tenga más poder. Como si no fuera el mismo Dios el que bendice el agua en todas las iglesias.