La discapacidad no les impidió realizar su actividad deportiva en la éliteSon historias de superación personal. Grandes deportistas, llamados a ser estrellas en el futbol. Hector Castro perdió el brazo con 13 años y, aún así se convertiría en el primer jugador uruguayo en marcar en un Mundial. Victorio Francisco Casa perdería su brazo en plena carrera futbolística, lo que no le impidió ser uno de los más grandes del futbol en argentina. Finalmente Julio González Ferreira perdería una prometedora carrera a causa de un accidente de tráfico.
Hector Castro, el primer golador mundialista uruguayo
Nacido de padres gallegos en Montevideo el 29 de noviembre de 1904, Héctor Castro se inició en el fútbol en las calles, como tantos grandes jugadores sudamericanos. Empezó a trabajar a los 10 años de edad, con tan mala suerte de que a los 13, sufrió un accidente laboral. Una sierra eléctrica le cortó el brazo derecho unos centímetros por debajo del codo.
Debutó con 16 años y con 20 años fue contratado por el Nacional de Montevideo. Jugó con Uruguay en 1930, el primer Mundial de la Historia. Gracias a un tanto en el minuto 65, Héctor Castro se convertía en el autor del primer gol mundialista de la historia de Uruguay y en el primer jugador en marcar en el Centenario. En su país se le empezó a conocer con el sobrenombre de “El Divino Manco”. Mas que un hándicap, nizo de su minusvalía una ventaja ganando saltos y balones divididos e incluso golpeando con el muñón a sus rivales.
Victorio Francisco Casa, la superación argentina
Nacido en la localidad costera de Mar del Plata, el 28 de octubre de 1943. Con 21 años, tras ganar un partido y junto a una “novieta” estacionó su flamante coche en las inmediaciones de una instalación militar de Buenos Aires. No escuchó la voz de alerta procedente de un centinela, quien al no recibir respuesta a sus requerimientos les disparó una ráfaga con su arma reglamentaria.
Casa resultó herido gravemente en su brazo derecho, con gran pérdida de sangre, y un taxista le salvó la vida al llevarlo inmediatamente al hospital Pirovano, donde le sería amputado dicho brazo por encima del codo.
Lejos de venirse abajo, Victorio Casa volvió a vestirse de corto en un partido ante Banfield. Fue lo nunca visto, un futbolista jugando con un solo brazo. Una encomiable prueba de superación. La Armada se responsabilizó del incidente, y le pagó un brazo ortopédico que, sin embargo, le resultaba incomodo a causa de su peso, cercano a los cinco kilos.
Dejaría San Lorenzo en 1966, tras jugar 72 partidos y marcar 5 goles.
Julio González Ferreira, la desgracia de una estrella prometedora guaraní
Nacido en Asunción el 26 de agosto de 1981, Julio Valentín González Ferreira se formó como centrodelantero y comenzó a dar sus primeros pasos en Guaraní de Paraguay.
Partió al Vicenza de Italia como una estrella prometedora, pero sin demasiado éxito volvió al Huracán cedido. Retonó al Vicenza para buscar revancha, pero al finalizar la temporada volvió sorpresivamente a Paraguay para jugar en Tacuary.
En el año 2004 ganaría la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas, luego de perder la final ante Argentina. Toda una proeza para su país.
Su drama comenzó en 2005 cuando se disponía a viajar a su tierra para pasar las fiestas en familia. De camino al aeropuerto sufrió un accidente automovilístico camino al aeropuerto y como consecuencia de las graves heridas debieron amputarle el brazo izquierdo. Quiso volver a jugar en la Serie B del Calcio, pero no le dejaron.
Volvió a jugar oficialmente para Tacuary en Paraguay dos años después del accidente. Una historia de superación personal impactante.
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