En este conmovedor mensaje narra todos los detalles de su enfermedad y cómo Juan Pablo II la sanó
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En un día de primavera, Mora estaba en su cama esperando morir de un aneurisma cerebral inoperable, cuando miró una fotografía del papa Juan Pablo II en un periódico."Levántate, no tengas miedo", le habría dicho el pontífice a Mora, recuerda ella.
Mora, de 50 años dejó sus estudios de leyes, que había iniciado recientemente, y gran parte de su trabajo para dedicarse por completo a su papel como símbolo de la fe en Costa Rica.