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Respondamos al Papa: ¿Cuál es tu Galilea? ¿Cuál fue tu primer encuentro con el Señor?

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Alvaro Real - publicado el 19/04/14
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El Papa Francisco nos llama a recordar el momento en que “la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino”
El Papa Francisco presidió la Solemne Vigilia de la Noche de Pascua y, al igual que hizo en la Misa del Domingo de Ramos interpeló a los presentes: “¿Cuál es mi Galilea? ¿Dónde está mi Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado?”.

La Vigilia de Resurrección comenzó en el atrio de la Basílica de San Pedro donde se realizó la bendición del fuego y la preparación del cirio pascual. Desde allí se celebró la procesión con el cirio pascual y tras la liturgia de la palabra el Papa administró los sacramentos de iniciación cristiana (bautismo, confirmación y primera comunión) a 10 nuevos cristianos de Italia, Bielorusia, Senegal, Líbano, Francia y Vietnam.

Durante su homilía el Papa Francisco mostró la importancia de las mujeres en el anuncio de la Resurrección: “Aquel anuncio de las mujeres, aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad”. “Las mujeres lo habían oído por dos veces, primero del ángel, después de Jesús mismo: «Que vayan a Galilea; allí me verán».

Para el Papa Francisco: “Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó” y por eso invitó a los presentes a volver a la Galilea particular y “releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las defecciones, hasta la traición; releer todo a partir del final, que es un nuevo comienzo, de este acto supremo de amor”.

“Ir a Galilea» tiene un significado bonito, significa para nosotros redescubrir nuestro bautismo como fuente viva”, explicó el Santo Padre: “sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino”.

En este punto es cuando el Papa Francisco habló de la Galilea “más existencial”: “la experiencia del encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión” y pidió “recuperar la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba”.

“Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? ¿Dónde está mi Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar. Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por tu misericordia”, enfatizó el Papa Francisco.

Terminó su intervención con unas palabras poéticas y a la vez interpeladoras: “Galilea de los gentiles» (Mt 4,15; Is 8,23): horizonte del Resucitado, horizonte de la Iglesia; deseo intenso de encuentro… ¡Pongámonos en camino!”.

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