Una receta típica de las regiones mediterráneas de EspañaProducto típico del período cuaresmal en España, los buñuelos son una masa redonda hecha con harina bien prensada y mezclada con otras substancias como la patata la cebolla, el bacalao… Se fríen con aceite y acostumbran a tener un hueco tipo rosquilla.
En la zona del Empordà (Girona) se llaman “brunyols”, con una “r”. Según algunas tradiciones también se comen en la Candeleria, Carnaval o el Miércoles de Ceniza, a parte de la fiesta de Santa Teresa.
Hoy os pasamos la receta de los “brunyols”, que se hacen en particular el Jueves Santo y durante toda la Semana Santa. Llevan la hierba “matafaluga” o anís. Se combinan con la bebida dulce típica llamada Garnatxa. La base es de harina, huevos, levadura y hierbas (o anís líquido). Se cuecen con el aceite muy caliente y después se les hecha azúcar (tal cual o fino). Estos tienen la particularidad de no tener el hueco y son blandos. En Valencia y en zonas baleares se llaman buñuelos de viento porqué se ensanchan mucho. En algunos sitios se hacen más compactos y en forma de triángulo, como en la localidad costera catalana de Sant Feliu de Guíxols.
Ingredientes
300 gramos de harina
3 huevos medida mediana
45 ml o 3 cucharadas grandes de leche
100 gramos de azúcar
Limón rayado
1 cucharada de postres de levadura
Una pizca de sal
Aceite (45 ml) o 35 gramos de mantequilla
Entre 1 y 3 copitas de anís o ratafía
Un poco de canela
Preparación
Se disuelve la levadura con la leche tibia y se vierte en un tazón grande. Se mezclan el resto de ingredientes: el aceite, el anís, el azúcar, las yemas de huevo, la ralladura de limón, la canela y la sal.
Y se mezcla. Se añade la harina tamizada y se amasa hasta que la pasta sea bien fina.
Por otra parte, se montan las claras a punto de nieve y se añaden poco a poco, removiendo con cuidado de abajo hacia arriba. Debe quedar una pasta muy pegajosa y bastante espesa. Se tapa con un paño de cocina y se deja quitar hasta que doble el volumen (1 hora aproximadamente y si
es más tiempo, no pasa nada) ¡Así tendréis más masa para hacer más buñuelos!
Pasado este tiempo, se forman los buñuelos y se cuecen con aceite bien caliente hasta que cojan color marrón. No hace falta girarlos, ya flotan solos.
Se fríen los buñuelos y al final se retiran y se tira el azúcar por encima.
Se dejan enfriar sobre papel absorbente y se azucara.
Cada uno utiliza su propia técnica a la hora de hacer los buñuelos. Esta consiste en untar con aceite dos cucharas grandes (de esta manera la masa no se pega), y jugando con las dos cucharas se da la forma redondeada del buñuelo. Una manera sencilla de no embadurnarse las manos.
¡A disfrutar de este dulce cuaresmal!