La carta de una niña hispana cuyo padre fue deportado de Estados Unidos y la lucha de los inmigrantes por involucrar al Papa en la reforma migratoria
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
En abril próximo dichas deportaciones podrían llegar a los dos millones de personas, con el impacto que esto tiene en las familias de los inmigrantes y, sobre todo, en las mujeres y los niños, que quedan absolutamente desprotegidos y a merced, incluso, de los grupos de trata de personas, que proliferan en Los Ángeles y en el sur de California.
Una sociedad justa no debe permitir esto
En un artículo reciente, el propio arzobispo Gómez recordaba la inutilidad de la política generada por los representantes populares y por la administración demócrata estadounidense, al criminalizar a los ilegales, deportarlos y dejar en la orfandad a muchos niños. El arzobispo Gómez escribió en su editorial de “Vida Nueva”, el semanario de la arquidiócesis de Los Ángeles el pasado mes de febrero lo siguiente:
“Sigo pensando en los niños que vinieron a la Catedral el mes pasado con las cartas que le habían escrito a nuestro Santo Padre, el Papa Francisco.
“Una niñita llamada Jersey escribió su carta en papel de cuaderno, con lápiz e incluyó un dibujo de un pájaro volando libremente en el cielo.
Querido Papa Francisco, hoy es mi cumpleaños. Mi deseo de cumpleaños es que yo quisiera que mi padre esté en mi cumpleaños. … Ha sido un largo tiempo desde que él ha estado conmigo, en estos dos cumpleaños, el año pasado y hoy.
“Tenemos que ayudar a nuestros líderes a entender la situación. Aunque no puedan llegar a una reforma integral, tenemos que acabar con el sufrimiento de los pequeños. No se sirve al bien común con la deportación del padre de esta niñita — o de ningún padre.
De visita con el Papa
Esta “ayuda” y el papel decisivo que puede jugar el Papa Francisco frente a la política de deportaciones masivas de Estados Unidos, se concretará a fines de este mes cuando nueve activistas inmigrantes y dos niñas afectadas por los procesos de deportación de sus padres planean viajen al Vaticano para pedirle al Papa Francisco que interceda por una reforma migratoria integral y cese a las deportaciones en Estados Unidos.
"Es una vergüenza reconocer que el Congreso no nos escucha y tener que ir hasta el Vaticano, donde el Papa inmigrante sí nos escuchará”, dijo a la prensa una de las integrantes de la delegación, Laura Padilla, representante del Club Acapulqueños Bahía Santa Lucía, integrado por migrantes mexicanos del estado de Guerrero.
El proyecto de los activistas es hablar con el Papa Francisco el 26 de marzo, un día antes de la audiencia que sostendrá el Pontífice con Barack Obama.
La solicitud de audiencia de los activistas, todavía no ha sido aceptada.
Completan la delegación un comerciante y representantes de organizaciones en favor de los derechos de inmigrantes y grupos de inmigrantes mexicanos.