Una exposición fotográfica en Saltillo (México) recuerda la tragedia de las personas desplazadas
La diócesis de Saltillo, en el norteño Estado de Coahuila (México), diócesis limítrofe con Estados Unidos y paso de miles de migrantes de México y Centro América hacia “el sueño americano”, se ha distinguido por su defensa y promoción de los derechos humanos de los migrantes.
Por este territorio diocesano pasan, cada año, varias decenas de miles de migrantes, sobre todo centroamericanos, que arrastran consigo una historia de vejaciones, pobreza y violación a sus derechos humanos. El obispo local, monseñor Raúl Vera López, se ha distinguido por establecer casas del migrante en Saltillo y por explicar que solamente una opción multilateral puede detener el flujo migratoria a Estados Unidos.
Se calcula que, al menos de América Central, principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala, cruzan al año 400 mil migrantes. Su paso por México es tortuoso y, a menudo, peligrosísimo. Innumerables violaciones a sus derechos humanos tienen que sufrir antes de llegar a la frontera, sin faltar, por desgracia, las desapariciones, los asesinatos, la captura para convertirlos en sicarios, el estupro, la extorsión policiaca y un muy largo rosario de perversiones en su contra.
Por ello y para hacer conciencia de la magnitud del peligro y de la violencia contra los migrantes, las rejas que circundan la Catedral de Saltillo se han convertido en una gran muestra fotográfica intitulada “Viajes Invisibles. Migrantes en México, protejamos sus derechos”.
Se trata de una muestra fotográfica que diversas organizaciones ciudadanas promotoras de los derechos humanos, particularmente de los migrantes, montaron con el fin de mover la conciencia social y evitar que sigan las agresiones en contra de quienes por razones económicas, políticas, sociales y de seguridad, estén obligados a desplazarse de sus comunidades de origen.
Desprotegidos en los países de origen, tránsito y destino
La exposición fotográfica también pretende ser un llamado a la solidaridad con los migrantes y con sus familias, muy frecuentemente las que más sufren las agresiones externas en el viaje hacia Estados Unidos.
“La finalidad de la exhibición no es otra más que hacer visible la realidad migratoria, ponerle rostro a las historias, a los conceptos y las cifras de las que tanto se habla. Es, al mismo tiempo un reclamo a todas las instituciones gubernamentales, federales, estatales y municipales, y de los países de origen, por la ausencia de políticas públicas y sociales en la atención y protección de esta población”, informó la diócesis de Saltillo
Dese esta diócesis del norte de México se ha hecho “un urgente llamado a la ciudadanía a que se solidaricen con los grandes éxodos de hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes que se encuentran desprotegidos en los países de origen, tránsito y destino”.
La exposición comprende una serie de fotografías de migrantes centroamericanos reunida gracias a la aportación y colaboración de otras organizaciones de atención y protección a migrantes en el país.
Las organizaciones de derechos humanos de las personas migrantes que patrocinan la muestra fotográfica son: Albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca; Albergue “La 72”, de Tenosique, Tabasco; el Servicio a Migrantes y Refugiados de la Compañía de Jesús; el colectivo Ustedes Somos Nosotros, del Estado de México, la Casa del Migrante de Saltillo; así como Amnistía Internacional.
Cabe señalar que esta misma exposición ya estuvo montada en octubre de 2013 en las rejas de la Catedral metropolitana de la Ciudad de México.