Dolor y consternación entre los católicos argentinosComo se multiplica el fervor católico en Argentina, por la notable influencia que está teniendo sobre su país natal el Papa Francisco, así también ha aumentado el odio y la destrucción en contra de la Iglesia católica.
No de otra manera puede leerse el hecho de que este miércoles la parroquia de San Ignacio de Loyola, la iglesia más antigua de la capital argentina, amaneciera con pintadas ofensivas y daños materiales en su mobiliario.
"La única Iglesia que ilumina es la que arde" e "Hipócritas: ni dios ni amo", podía leerse frente al altar de este templo, que fue fundado hace más de tres siglos (en 1675) por la orden de los jesuitas a la que pertenece el papa Francisco, y que en 1942 fuera declarada como monumento histórico y patrimonio de Argentina.
Las frases que pintaron sobre el suelo, frente al altar del templo son del anarquista ruso Piotr Kropotkin que citaba a menudo el anarquista Buenaventura Durruti, muerto en 1936 durante la Guerra Civil española, conocidos, ambos, por su odio y su furibunda actitud anticlerical.
El templo de los jesuitas se ubica a 300 metros de la Catedral Metropolitana, donde hasta marzo pasado oficiaba misa el papa Francisco, reportaron televisoras locales. Además fue incendiado el sillón del párroco, denunció el sacristán, cuyo nombre permanece en el anonimato.
Esta misma fuente responsabilizó de la profanación y las pintadas a los alumnos de un colegio que linda con el templo de San Ignacio de Loyola. El sillón sacerdotal que fue quemado fue arrojado sobre un banco y pasadas las 9 no se podía ingresar a la iglesia, ubicada al lado del Colegio Nacional Buenos Aires, que permanece tomado desde hace unos días por una demanda de estudiantes sobre temas del plan de estudios de educación media en Buenos Aires.
"Cuando bajamos a abrir la Iglesia encontramos humo y estos daños. Habrá sido a las 6 de la mañana. Entraron por un túnel que hay del colegio a la Iglesia. Ayer (martes) ya habían salido dos chicos a la tarde. Pusimos un candado nuevo y lo rompieron esta noche", relató el sacristán al canal de noticias Crónica TV.
Un día triste para el Colegio Nacional
Ya por la tarde de ayer miércoles, alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires admitieron que los autores de las pintadas en la parroquia de San Ignacio de Loyola salieron de la institución, aunque aseguraron que fue "a espaldas del centro estudiantes" y por fuera de la asamblea. "Lo hicieron adrede para desprestigiar la toma", sostuvo el vocal del Centro de Estudiantes Nicolás Cernadas.
Por su parte, el rector del Colegio Nacional Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, dijo que no puede "creer que hayan sido los alumnos" y explicó que "es complicado pasar a la iglesia, tienen que haber forzado bastante para llegar". Además aseguró que si los destrozos en San Ignacio se relacionan con la toma de las instalaciones, "la medida podría llegar a ser la expulsión".
"Es un día triste para el colegio y el sistema educativo", sostuvo el rector, y adelantó que habrá sanciones. Además de remarcar que espera que los alumnos se presenten y confiesen su culpabilidad, enfatizó: "Después de haber profanado la iglesia, estos chicos merecen la expulsión".
En tanto Carnadas afirmó: "Repudiamos los hechos. Quieren usar esto para levantar la toma", y agregó: "Sabemos de la existencia de los túneles pero desconocemos cómo llegar a la iglesia", al justificar que quienes impulsaron el acto de vandalismo conforman "un grupo minoritario que lo hizo a espaldas del centro de estudiantes".