Monseñor Ortega, arzobispo de La Habana, visita los lugares ligados a la muerte de monseñor RomeroEl cardenal cubano Jaime Lucas Ortega y Alamino, enviado especial del Papa Francisco para la clausura del V Congreso Eucarístico Nacional, celebrado con motivo del I Centenario de la arquidiócesis de San Salvador y la erección canónica de las diócesis de Santa Ana y San Miguel, estuvo en este país de Centro América entre los días 8 y 12 de agosto, para «hacer presente y muy cercana la persona de Su Santidad el Papa en medio de este amado pueblo».
El arzobispo primado de San Cristóbal de La Habana expresó su alegría de estar en tierras salvadoreñas: «Me es grato estar nuevamente entre ustedes para participar de los cien años de existencia de la provincia eclesiástica de El Salvador». Y ponderó las luchas y esfuerzos continuos de los salvadoreños que «se empeñan en engrandecer el país; proyecto en el que también ha estado y está presente la Iglesia católica».
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, al darle la bienvenida en nombre de la Iglesia y pueblo, agradeció al Papa Francisco por «haberle nombrado su enviado especial y por su medio hacerse presente en medio de nosotros en este momento tan especial para la historia de esta provincia eclesiástica, la celebración de su centenario de su fundación».
En la recepción en el aeropuerto, el arzobispo de San Salvador, acompañado por el Nuncio Apostólico, Mons. León Kalenga y los obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador, sintetizó las actividades que se realizaron en este año jubilar de la Provincia Eclesiástica de El Salvador.
El enviado del Papa recordó la reciente visita del Sumo Pontífice a Río de Janeiro, Brasil, para la Jornada Mundial de la Juventud, y cómo el Sumo Pontífice solicitó hacer eco de las palabras que pronunció en su discurso inaugural, donde solicitó orar por él, así mismo expresó su alegría por compartir con todos los y las salvadoreñas este Congreso Eucarístico Nacional.
También, el Cardenal Ortega y Alamino, encomendó a Nuestra Señora Reina de la Paz y al Divino Salvador del mundo el país e invitó a vivir las celebraciones eclesiales «con gozo para crecer en el amor y la fe en Dios».
Tras las huellas de Romero
El Cardenal Ortega y Alamino, tuvo la oportunidad de visitar algunos lugares vinculados con Monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado el 24 de marzo de 1980, y que se encuentra en proceso de beatificación. El purpurado hizo un breve recorrido por la casa donde vivió Romero, ubicada en la colonia Miramonte, en la capital del país.
También conoció la capilla del Hospital Divina Providencia, lugar donde fue asesinado el arzobispo mientras celebraba la Eucaristía, y que está ubicado a pocos metros de donde están ingresados los pacientes de ese nosocomio. El cardenal recorrió la casa donde se alojó Monseñor Romero durante su estadía en el Hospital Divina Providencia, lugar que ahora es un museo donde se exhiben algunas reliquias.
Se supo que durante su visita, el enviado especial del Papa fue acompañado por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, y algunos obispos de las diócesis del país.
Monseñor Jaime Ortega concluyó esta jornada de actividades en la capilla de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, sitio que fue inaugurado en 1985 para conmemorar el aniversario de la muerte de Romero.
Aunque se esperaba que el representante de Su Santidad hiciera alguna declaración oficial sobre la beatificación del arzobispo salvadoreño, no hubo información alguna.