Fallecen dos personas por las protestasLas manifestaciones masivas que están aconteciendo en Brasil no afectarán a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de este verano según el arzobispo de Río de Janeiro. Monseñor Orani Joao Tempesta atribuye las protestas y los actos de violencia a un pequeño grupo de “infiltrados” que “poseen un espíritu dañino” y que no es compartido por la mayoría de los que están tomando las calles.
La mayoría de los manifestantes salen a la calle con el “noble deseo de construir una civilización mejor”, declaró a Radio Vaticano. Don Orani está convencido de que los jóvenes peregrinos de la JMJ “invadirán no sólo Río sino todo el país”.
En este sentido, pueden "generar un cambio en la perspectiva de los manifestantes” ya que comparten ideales: un mundo más seguro, pacífico, con una sociedad mejor, que brinde igualdad de oportunidades para todos, afirmó el prelado.
Por otro lado, explicó que “mantenemos un diálogo constante con los diferentes poderes públicos”. El Gobierno “está muy pendiente de las manifestaciones” y coinciden en que no deberían tener ningún tipo de impacto en la JMJ, declaró.
Cerca de un millón de brasileños salieron este jueves de nuevo a las calles para exigir mejores servicios públicos, entre otras reclamaciones, después de haber logrado la bajada del precio del transporte urbano, el motivo inicial de las protestas.
Ayer jueves murió un joven de 18 años en Sao Paulo al ser atropellado durante una manifestación, y este viernes, una mujer de los servicios de limpieza de la ciudad de Belén como consecuencia de haber inhalado gases lacrimógenos lanzados por la policía para dispersar a los manifestantes.
Más de cien personas resultaron heridas por las masivas protestas. Grupos violentos trataron de invadir el Congreso y la cancillería brasileña.
También intentaron entrar en la alcaldía de Río, la sede de Gobierno en Fortaleza y se enfrentaron a la policía en otras ciudades.