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El martirio de 51 claretianos durante la Guerra Civil Española

David Medrano - publicado el 08/04/13

“Un dios prohibido” recuerda los últimos días de un grupo de religiosos de Barbastro que murieron por su feUn Dios prohibido, que se estrenará durante la primavera de 2013, es una de las pocas películas que recuerda la persecución religiosa que hubo durante la Guerra Civil. Es una creación de Contracorriente Producciones y está dirigida por el español Pablo Moreno. Entre los actores destacan Elena Furiase, Jesús Guzmán, Juan Alberto López o Jacobo Muñoz.
 
El 20 de julio de 1936, recién comenzada la Guerra Civil Española un grupo de anarquistas irrumpe en una comunidad claretiana de Barbastro (región española de Huesca) y retienen a 51 misioneros que serán perseguidos, humillados y martirizados por su fe.
 
Barbastro, en aquella época, se había convertido en un punto estratégico militar por la existencia de cuarteles y del comité revolucionario de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). De hecho, los militares pensaban que los claretianos escondían armas en su convento pero no encontraron ninguna.
 
Los anarquistas secuestran al grupo de claretianos el mismo 20 de julio y los retienen hasta el momento de su muerte en el salón de actos del colegio de los Padres Escolapios. A partir de este momento los misioneros tienen que apañárselas como pueden para llevar su vida religiosa de forma clandestina. No fue nada fácil porque en esta cárcel improvisada de Barbastro Dios estaba prohibido.
 
Los claretianos, que consiguieron llevarse la eucaristía escondida en un maletín, comulgaban siempre que podían. El cocinero colocaba las formas consagradas en el cesto del desayuno, entre el pan y la pastilla de chocolate. Y en los envoltorios de estas pastillas escribían cartas de despedida antes de ser fusilados. Rezaban en pequeños grupos y lo hacían en voz baja, susurrando.
 
En cambio, los carceleros hacían la vida imposible a los religiosos que tuvieron que soportar insultos, burlas y torturas de todo tipo. Por ejemplo buscan la apostasía de los jóvenes aspirantes a sacerdotes introduciendo prostitutas en el salón. A pesar de la tentación, ninguno de ellos se dejó llevar por la seducción de estas chicas.
 
Se trata de una trágica historia donde resalta el triunfo del amor sobre la muerte. Los religiosos nunca dejaron de luchar por sus ideales, por Dios. Y a pesar de la persecución y del sufrimiento aceptaron la voluntad de Dios con amor y perdón incluso hacia sus enemigos. Así lo relejan las cartas que dejaron escritas algunas de las víctimas antes de su muerte.
 
Nunca, en tan poco tiempo, se mató tanto por causa de la fe. Los padres superiores fueron fusilados el 2 de agosto, el resto los días 12, 13, 15 y 18 de agosto de 1936. Todos ellos fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992. Dos argentinos se libraron de la tortura por ser extranjeros
 
Para más información:
http://undiosprohibido.wordpress.com/2013/03/26/dossier-de-prensa-de-un-dios-prohibido-actualizado-a-26-de-marzo-de-2013/
 

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