Interesante pregunta, ¿a que sí? ¿Es razonable creer en Dios? ¿Tiene sentido o soy un pobre imbécil que me he tragado lo que me han dicho sin más, y mi inteligencia lleva ofuscada desde entonces? Todos tenemos que enfrentarnos a esta pregunta y, si es posible, antes de que alguien nos ponga en el brete.
Pensando sobre esto, empecé a pensar en las razones que yo tengo para creer en Dios. La fe puede no ser racional, porque tal vez no puedo demostrar nada empíricamente, pero, sin duda, debe ser razonable. ¿Qué razones sustentan aquello en lo que creo? Esto, que parece un complejo ejercicio de reflexión, estamos acostumbrados a hacerlo continuamente. Yo no puedo demostrar empíricamente el amor que mi mujer y yo nos tenemos pero tengo razones para quererla y para pensar que ella me quiere a mí. Yo puedo aventurarme a ojos de muchos en decisiones que no puedo demostrar con medidas y fórmulas, pero interiormente tengo razones para tomarlas… O sea que dar razones de mi fe no es algo tan descabellado. Es más, es algo muy necesario.
- Yo creo porque me han educado en la fe. He nacido y crecido en una familia que me enseñó y me habló de Jesús, de Dios, de María, de los santos, de la Iglesia… Que me enseñó a rezar, que me introdujo en la Palabra, que me insertó en la comunidad que celebra…
- Yo creo porque la fe en Él está sustentada por más de XX siglos de seguimiento a Jesucristo, el Señor. Es una fe con historia, que ha permanecido en el tiempo y que ha movido el curso de las vidas de muchos y de la historia de la humanidad.
- Yo creo porque en Jesús descubro un camino de amor, de bondad, de ternura, de misericordia, de perdón, de verdad… que hace mejor a la persona, que conduce el mundo por caminos de paz. En Jesús descubro la imagen de un Padre que me ama, me conoce, me espera, me respeta…
- Yo creo porque compruebo día a día que confiando en Dios vivo más feliz, más liviano, más libre, más yo.
- Yo creo porque cuando frecuento la oración, encuentro respuestas a muchas de mis preguntas y me enfrento también a preguntas que me hacen vivir con sentido. Creo porque cuando rezo siento que Alguien escucha y habla conmigo.
- Yo creo porque Dios me hace ver la vida y lo creado con otros ojos, porque a su lado todo es nuevo, la vida se celebra y la esperanza se mantiene como horizontes pese al mal del mundo.
- Yo creo porque me siento amado por Aquel en el que creo. Me he sentido cuidado, protegido, acariciado… Tantas veces…
Y así podría seguir… Nada de esto que he dicho prueba nada científicamente pero da razones a mi fe. Otro podrá acoger o rechazar estas razones, igual que cualquiera puede pensar que no debería querer a mi mujer o que no debería haber cambiado de trabajo. Pero aún sin compartirlas, nadie podrá decir que no hay razones…
El camino sigue y, estoy seguro, las razones también.
Un abrazo fraterno – scasanovam