El Papa León XIII tuvo una visión asombrosa antes de escribir la oración de exorcismo que antiguamente se decía al final de las Misas
Durante la cuaresma de san Miguel Arcángel, que se desarrolla entre el 15 de agosto y el 29 de septiembre, es muy común que los devotos reciten las oraciones propuestas en esta práctica de la piedad cristiana, especialmente la oración que abre la secuencia de oraciones diarias propuestas para este tiempo: el pequeño exorcismo de san Miguel Arcángel.
El pequeño exorcismo de san Miguel, escrito por el Papa León XIII, ofrece una historia extraordinaria detrás de esta oración. De hecho, encontramos varias versiones de la visión que habría tenido León XIII, todas relatadas por religiosos mencionados en el libro del teólogo Kevin Symonds, El Papa León XIII y la Oración a san Miguel: el P. Bers, el cardenal Nasalli, Fr. Domenico Pechenino, Fr. Theodore Greiger y el cardenal Segura.
La tradición cuenta que, a finales del siglo XIX, el pontífice presenció un encuentro entre Satán y Jesucristo, del que el enemigo pidió un siglo de libertad para poner a prueba a la Iglesia. Sin embargo, no hay evidencia de que esta fuera la verdadera visión del Papa. Para el teólogo Symonds, algunas fuentes señalan el episodio de León XIII como el hecho publicado en un artículo del periódico italiano La Semana del Clero, escrito en 1947 por el padre Domenico Pechenino. Este mismo episodio se encuentra en las palabras del principal exorcista del Vaticano, el célebre padre Gabriele Amorth –fallecido en 2016–, y que menciona al padre Domenico en un artículo publicado en Efemérides Litúrgicas:
“No recuerdo el año exacto. Una mañana, el gran Papa León XIII había celebrado Misa y, como de costumbre, asistía a una Misa de Acción de Gracias. De repente lo vimos levantar la cabeza y mirar algo por encima de la cabeza del celebrante. Él estaba mirando inmóvil, sin parpadear. Su expresión era de horror y admiración; el color y la expresión de su rostro cambiaron rápidamente. Le estaba sucediendo algo inusual y grave. Finalmente, como si recobrara el sentido, se dio unos golpecitos ligeros pero firmes en la mano y se puso de pie”.
En el libro de Symonds tenemos acceso a una versión que se acerca más a la realidad que el Sumo Pontífice habría presenciado en el momento de la Misa. Narra el cardenal Nasalli, quien conoció al secretario privado del Santo Padre, que en una ocasión el Papa León XIII habría escrito la oración de San Miguel después de una experiencia sobrenatural al asistir a una multitud de espíritus rebeldes que se encontraban sobre Roma. E inmediatamente, había reunido a las autoridades eclesiales para que toda la Iglesia recitara, al final de las Misas, la siguiente oración:
El pequeño exorcismo de San Miguel Arcángel
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica; y tú, oh príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas . Amén”.
Tenemos acceso, a través de libros, sitios web y redes sociales, a las diversas explicaciones sobre las supuestas visiones, sin embargo, se confirma que realmente el Papa tuvo una visión sorprendente antes de escribir la oración de exorcismo que antiguamente se realizaba al final del Misas. Y además de este pequeño exorcismo, León XIII también escribió una oración que se incluye en el ritual romano, titulada Exorciusmus in Satanam et angelos apostaticos – Exorcismo contra Satán y los ángeles apóstatas, con instrucciones para que el clero de todo el mundo la recite en sus iglesias.
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