Entre los adolescentes, todos vemos que cuando se reúnen en grupos o corrillos, algunos de ellos no emplean la mascarilla.
Si les preguntas, se escudan en que ir sin mascarilla es muestra de que “plantan cara al coronavirus” o que “no tienen miedo” a contagiarse.
La conducta de estos jóvenes que entran en relación con sus amigos y compañeros de clase pone en riesgo a un gran grupo de población: en primer lugar a ellos mismos y, en segundo lugar, a todas las personas que a partir de ese momento entrarán en contacto con ellos.
Vectores de transmisión
Pueden convertirse en vector de transmisión:
-sin mascarilla cuando están con el grupo, es más fácil que el coronavirus les entre en el sistema respiratorio a través de los aerosoles del ambiente.
-como consecuencia, es más fácil que lleven el coronavirus a casa.
Esto implica que ellos pueden enfermar. Y no todos los jóvenes, por desgracia, pasan de forma leve o asintomática: muchos han muerto o arrastran graves secuelas.
Ponen en riesgo a otras personas
Pero, sobre todo, estos que no emplean la mascarila pueden hacer que enfermen familiares que corren mayor riesgo a causa de su edad: los padres y los abuelos, sin ir más lejos. Pueden acabar convirtiéndose en la causa de la muerte de alguien muy querido, sin proponérselo pero dejando que el coronavirus le alcanzara.
No te hace más valiente ir sin mascarilla
Ir sin mascarilla cuando estás en grupo no te hace más valiente:
- te hace más ignorante porque demuestras que no sabes cómo se comporta el coronavirus.
- te hace insensato porque estás poniendo en riesgo tu propia salud y la de tu familia y tus amigos, a los que es posible que contagies el coronavirus.
Sé valiente y haz que tus amigos lo sean también
Ser valiente es ponerte la mascarilla cuando estás con el grupo de amigos. Es una cuestión de madurez, de demostrar que has entendido lo que ocurre en la pandemia y te comportas con responsabilidad. Esto no es un juego de la PS4.
¿Quién es el héroe?
A la hora de valorar a tus amigos, valora a los que son valientes poniéndose la mascarilla y no a los que se la quitan para llamar la atención, porque con eso demuestran que todavía están en la edad del pavo o no saben lo que es madurar.
No convirtamos en “héroes” a los que se quitan la mascarilla sino a los que la llevan, tanto si apetece como si no.
En el caso de que seas un joven con valores cristianos, es todavía más fuerte el argumento: quitarse la mascarilla cuando estas con el grupo de amigos o compañeros es egoísta mientras que ponerse la mascarilla es ahora mismo un acto de caridad, hacia uno mismo y hacia los demás. Implica solidaridad y responsabilidad.
No dejes llevarte por la vanidad de llamar la atención en el grupo ni aplaudas a los que se quitan la mascarilla.
Habla con tus amigos
Habla con claridad con tus amigos para que todos la empleéis. Esa mascarilla puede salvar vidas mientras que no llevarla puede provocar desgracias irreversibles en vuestro entorno. Es así de fuerte. No esperes a que la enfermedad os atrape y sea demasiado tarde.
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