El sueño de Uruguay en el Mundial de Rusia de 2018 finalizó en cuartos de final contra Francia, el equipo que a posteriori se consagrara campeón del mundo. En ese partido hubo emoción, pero también sensación de deber cumplido.
En aquel momento, cuando el tema fútbol acaparaba todos los titulares, una de las imágenes que dio la vuelta al mundo fue la del famoso jugador del Atlético Madrid José María Giménez, el joven zaguero de la selección que instantes antes de que se concretara la eliminación se puso a llorar de forma desconsolada en pleno campo de juego.
VIDEO | No aguantó: Las lágrimas de impotencia de José María Giménez en pleno partido ante Francia https://t.co/kQZY7J2QZjpic.twitter.com/n9nMCbfVMe
— 24 Horas (@24HorasTVN) July 6, 2018
Semanas después, y con las lágrimas ya secas, el propio Giménez volvió a convertirse en noticia no por esa imagen, sino por un gesto particular: la visita en la localidad de Florida a la capilla dedicada a San Cono, un santo popular de origen italiano que despierta gran devoción en Uruguay.
Fue ahí donde cumplió su promesa de visitarlo, agradecerle y dejarle su camiseta de la selección uruguaya de fútbol firmada y que rezaba: “¡Para San Cono, Gracias!!!”. Es que para “Josema”, más allá de aquella imagen de entrega y cariño por la selección, también reconoció que lo hecho en Rusia ha dado alegría a la gente.
En cuanto a su devoción por San Cono, “Josema” contó que se dio gracias a otros allegados a la selección que le empezaron a regalar imágenes del santo. Fue así como él también empezó a pedirle, por ejemplo, estar en el Mundial y seguir compitiendo. “Aquí estoy”, dijo a los medios locales luego de cumplir su promesa.
¿Quién es San Cono y por qué despierta tanta devoción?
Cada 3 de junio la localidad de Florida, localidad ubicada a poco menos de 100 kilómetros de la capital Montevideo, se transforma en epicentro de la religiosidad popular en Uruguay, el país más laico de América Latina.
Y esto gracias a San Cono y la visita a su capilla, lugar que se llena de fieles provenientes de todos los puntos del país e incluso hasta del exterior. Es que la popularidad de este santo -nacido en el el Siglo XlI en un pequeño pueblo de la provincia de Salerno, Italia, llamado Teggiano- proviene de ser considerado el patrono de los “quinieleros” (en alusión a la quiniela, juego similar a la lotería) e invocado para tener suerte en todos los juegos de azar y la obtención de dinero, según reseña la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU).
Es gracias a esto que en esa zona de Florida donde está la capilla son innumerables los testimonios de gratitud y muchos de ellos hasta curiosos. Por ejemplo, los devotos le han dejado escritos, cuadros, bicicletas, motonetas, trajes de novia, etcétera. A esto se suma el gesto de famosos deportistas, como el de “Josema” con su camiseta.
“Su padre pertenecía a la familia Indelli, de buena situación social y sólida posición económica. Su madre se llamaba Igniva. Ambos de edad avanzada y sin hijos, pedía a Dios esta gracia.Una noche, tuvieron un mismo sueño.Les pareció que ‘brotaba del seno de la madre, una gran llama de extraordinario resplandor’. Consultado el señor cura párroco, sobre el significado de la ‘visión’ aseguró que Igniva, concibiría y daría a luz un hijo, al que debía poner el nombre de Cono, quien con la santidad de su vida daría gloria a sus padres, y, a su pago natal, Teggiano. Meses después de esta visión, un niño llenó a la casa de llantos y alegría”, indica la reseña de la CEU sobre la figura de este santo.
“A los dieciocho años, la noche del 2 de junio, mientras cenaba, frugalmente, con los otros religiosos, una gran luz iluminó el refectorio y se oyó una voz que decía ´Cono esta noche serás llamado por Dios`”, prosigue la reseña.
Murió un 3 de junio. Fue beatificado por el Papa Sixto V “canonizado” por el papa Pio IX el 27 de abril de 1872.
Para conocer más de su historia ver aquí