Cuando un equipo de enfermeras descubrió que su paciente, Melissa English, se vería obligada a perderse un concierto en Ohio de su ídolo musical, Keith Urban, decidieron mover cielo y tierra para que la joven de 25 años pudiera ver a su héroe.
Desde su nacimiento, English ha estado intentando combatir numerosos problemas médicos, incluyendo una parálisis cerebral y un quiste inoperable en el cerebro. Resulta que, después de haber comprado las entradas para el espectáculo de Urban, su salud deterioró de repente y tuvo que abandonar sus planes de asistir al preciado concierto.
La devota fan tenía que recibir cuidados paliativos y perdería una de sus últimas oportunidades de ver a la estrella de música country en directo. Por fortuna, sus enfermeras eran plenamente conscientes de la pasión de su paciente por Urban —difícil de obviar, ya que English duerme con una almohada cubierta con una camiseta con la cara del músico—, así que contactaron con el artista por los medios sociales y Urban contestó a su petición presentándose en el cuarto de English para cantar al lado de su acérrima admiradora.
Escuchar las melodiosas notas de Blue Ain’t Your Color hicieron que English estuviera “pletórica de felicidad”, según aseguró su madre Marlisse Matthews. “Aquello no tuvo precio”, contó a ABC13. “Fue un sueño hecho realidad”. Si miras el vídeo, puedes ver en el rostro de English la expresión de pura emoción y sorpresa mientras Urban toma su mano mientras le canta.
A pesar de la decepción de English por perderse el concierto de Urban cuando se enfrenta a los últimos meses de su vida, sí puede atesorar este momento tan especial que facilitó un músico sabe cómo tratar a sus fans y la compasión de sus atentas y dedicadas enfermeras. Urban dedicó a English su concierto de Ohio y felicitó el trabajo de los profesionales médicos que contactaron con él.
Hoy celebramos a...