Apenas puede mantenerse en pie, pero su voz refleja una gran fuerza interior. Vestida de blanco, su canto se eleva con gracia y precisión como una voz celestial en el corazón de la iglesia, mientras que Stefania Licciardello, poeta y actriz, actúa como su columna vertebral y su tutora, para que esta voz pueda expresarse y abrirse a los demás, sin sospechar que terminaría traspasando fronteras por todo el mundo.
Fresta canta dos magníficas canciones del repertorio lírico, Una Furtiva Lagrima de Gaetano Donizetti y Nessun Dorma de Puccini. La emoción es inmediata, la complementariedad entre las dos mujeres, fabulosa, la una liberada por un momento de su discapacidad y la otra sólida y retraída para dejar que la joven florezca ante los ojos de todos.
Un dúo, una solista
Stefania Licciardello y Alfina Fresta están acostumbradas a actuar juntas en el teatro Nèon, dentro de la asociación cultural Nèon, donde ambas son actrices. Alfina Fresta es también cantante profesional y la asociación a la que pertenece ofrece un buen ejemplo al honrar el arte, que se preocupa más por el alma y del talento de su intérprete que de su condición física.
En unos pocos días, su interpretación fue vista casi 40 millones de veces a través de Internet y provocó una avalancha de reacciones conmovedoras. Mauro Ledda, que publicó el video en las redes sociales, recibió numerosas propuestas para invitar a la joven cantante a actuar en eventos a escala internacional. ¿Tal vez sea el comienzo de una hermosa carrera para esta joven, que podría encantar los oídos más allá del mundo virtual?