Nacido en el pequeño pueblo de Huatajata a las orillas del lago Titicaca -emblemático en América Latina y considerado el lago navegable más alto del mundo- el boliviano Vicente Silva Chura, perteneciente al pueblo originario boliviano aymara, ha dejado un legado imborrable para la fe de su pueblo.
Efectivamente, durante varios años Vicente se ha dedicado a trabajar como traductor de varios textos litúrgicos, entre ellos la Biblia, el misal, textos deuterocanónicos, tres leccionarios para misas, el Libro de Salmos y libros de celebraciones rituales y festivas, recuerda Iglesia Viva. Para ello también contó con la colaboración de un equipo de aymaras bolivianos y peruanos.
La meta de este lingüista de profesión desde siempre fue favorecer la “cultura del encuentro” y que estos textos pudieran ser interpretados por los aymara, uno de los grupos étnicos más famosos de América del Sur con fuerte arraigo a Los Andes y el Altiplano (Lago Titicaca, Poopó).
La muerte de Vicente, en los últimos días, impactó a quienes lo conocían, a la Iglesia boliviana y hasta el propio presidente Evo Morales, con fuerte arraigo con este pueblo originario en cuanto a sus antepasados, le rindió homenaje a través de las redes sociales.
“Lamentamos la partida del Hno. Vicente Quispe Chura, lingüista que mereció reconocimiento del hermano Papa Francisco por traducir la Biblia y textos litúrgicos al aymara. Nuestra solidaridad con su familia”, señaló Morales a través de su cuenta de Twitter @evoespueblo.
Lamentamos la partida del Hno. Vicente Quispe Chura, lingüista que mereció reconocimiento del hermano Papa Francisco por traducir la Biblia y textos litúrgicos al aymara. Nuestra solidaridad con su familia. Su obra intelectual testimonia la sabiduría ancestral de nuestros pueblos pic.twitter.com/Oo0B4AIR6F
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) May 4, 2018
La condecoración del Papa
En abril de 2017, Vicente recibió recibió una condecoración de parte del papa Francisco (“Pro Ecclesia et Pontifice”) por haber colaborado en la traducción del castellano al aimara varios textos litúrgicos, tal cual recuerda esta nota publicada en Aleteia.
En aquel entonces, el presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia le agradeció de manera especial. “Queremos transmitir nuestro agradecimiento por este esfuerzo de traducir al idioma Aymara estos libros litúrgicos. Es un gran apoyo y una gran colaboración a la vida de la Iglesia en Bolivia”, manifestó el monseñor Ricardo Centellas, publicó en ese momento la Agencia de Noticias Fides.
Durante una ceremonia, en la localidad boliviana de Cochabamba, rodeado por las autoridades eclesiásticas de Bolivia, Vicente no pudo esconder la emoción.
“Esta condecoración es un homenaje al valeroso pueblo aymara que ha sabido defender sus usos y costumbres y mantener su lengua a pesar de que ha sido poco valorada, silenciada e inclusive menospreciada”, expresó.
“Este pueblo mantiene su fe viva en Dios, en la vida, en la Pachamama, en la mamita de Copacabana (Virgen de Copacabana, Bolivia), nuestra madre y en la de Nuestro Señor Jesucristo. La dedico a mi pueblo aimara, a las comunidades cristianas que cultivan su fe católica y también a los sacerdotes aimaras y laicos”, prosiguió.
Vicente también tuvo unas palabras especiales para con su esposa e hijos, quienes de alguna manera representaron un sostén durante años de intenso trabajo.
“La fe en Dios se fortalecerá más si seguimos orando en nuestra propia lengua”, manifestó en ese momento.