Estos días Laura Pausini trabaja en España como jurado de Factor X, un programa musical de televisión. Como tantas otras madres trabajadoras, son muchas las horas que pasa fuera de casa para cumplir con sus obligaciones profesionales. Horas que deja estar con Paola, su hija, que actualmente tiene 5 años.
A veces el hecho de estar separada de su niña se le hace complicado y la llama por teléfono durante los descansos de las grabaciones.
Un día se retrasó un poco más de la cuenta y llegó tarde a la grabación de una entrevista con sus compañeros del jurado. Justo cuando estos estaban comentando que Laura se retrasa casi siempre, la cantante se incorporó a la conversación: “Tengo una hija, no es fácil explicarle que tengo que irme”, comentó ante la cámara.
La artista continuó explicando: “Ella sabe que no tengo un trabajo normal y me dice: ‘Seguro que te esperan 10 minutos más porque tú nunca estás conmigo estos días’. Me siento muy culpable”.
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Creo que más de uno se identifica con los sentimientos de culpabilidad de Laura Pausini. Es normal que un padre se sienta mal cuando llega muy tarde del trabajo o que una madre trabajadora sufra al estar lejos de su bebé durante horas.
Pero ante estas situaciones es importante también ver las cosas con perspectiva y valorar el por qué de nuestro trabajo y el para qué. Y es que a través del cumplimiento de nuestro deber también estamos educando a nuestros hijos y por ello nos podemos sentir orgullosos y con la esperanza de que ellos lo valorarán.
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