Una aventura por América del Sur se convirtió en “Pedalazos que unen pueblos”
“Embellece todas las cosas de tu vida. Trata de prolongar tu vida y de hacerla útil para tu pueblo” es uno de los versos del poema de Tecumseh, caudillo indio Shawnee (1768 – 1813) que ha cautivado a Felipe Tamayo y que lo ha motivado a poner su vida al servicio del más necesitado.
“Desde niño he montado en bici, casi durante toda la vida me ha gustado el trabajo con la comunidad, trabajé como reportero gráfico de varios medios y la constante en mis salidas de campo era más mi preocupación por la persona que la noticia. Así fuí descubriendo mi lugar: ayudar más que en documentar”, cuenta Felipe a Aleteia.
Este colombiano de 34 años ha convertido su pasión en una herramienta para cambiar el mundo. Tamayo después de haber tenido experiencias de enfermedad y de no hallarse en un empleo tradicional eligió para su vida disfrutarla con otros; por ello comparte con alegría que su estilo recoge las tres cosas que más le gusta hacer: servir, viajar en bici y fotografiar. “Esa suerte de poder ayudar a los demás no solo me llena de alegría, sino que ocupa todo mi tiempo para los demás.”
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