El Martirologio Romano celebra hoy a los santos Marta, María y Lázaro, tres hermanos de quienes sabemos que eran amigos de Jesús hasta el punto de que el Señor frecuentaba su compañía y su casa.
Marta y María fueron anfitrionas de Jesús y aquella estancia sirvió para que el Señor nos dejara una lección sobre la importancia de la oración y sobre el equilibrio entre vida activa y vida contemplativa:
“Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que muy estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude». Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.
Lucas 10, 38-42
De nuevo es santa Marta quien manifiesta la plena confianza en Jesucristo como Dios y Hombre: es ella quien, en el capítulo 11 de Juan, lo hace llamar -junto con su hermana María- para que sepa que su hermano Lázaro está enfermo. Al acudir Jesús, ella se lamenta abiertamente:
“Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto».
Juan 11, 21
Resurrección de Lázaro
Cristo ha propiciado esta situación para obrar el milagro de la resurrección de Lázaro, como se narra a continuación. Pero antes también ha actuado en el alma de Marta, que pronuncia un acto de fe:
“Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo»”.
Juan 11, 25-27
La fiesta de los santos Marta, Lázaro y María de Betania se celebra el 29 de julio.
Patronazgo
Santa Marta es patrona de cocineras y cocineros, sirvientes, amas de casa, hoteleros, casas de huéspedes, lavanderas, Hermanas de la Caridad y el hogar.
Oración del 29 de cada mes a santa Marta
Oh, Santa Marta milagrosa,
me acojo a tu amparo y protección entregándome a ti,
para que me ayudes en mi sufrimiento,
y en prueba de mi afecto y agradecimiento,
te ofrezco propagar tu devoción.
Consuélame en mis penas y dolores,
te lo suplico por la inmensa alegría de tu corazón
al hospedar en tu casa de Betania al Salvador del mundo;
intercede por mí y por toda mi familia
para que conservemos siempre en nuestros corazones
a nuestro Dios viviendo en su gracia y
detestando toda ofensa contra Él;
para que sean remediadas nuestras necesidades y
en especial esta que ahora me hace sufrir (hágase la petición).
Te suplico que me ayudes a vencer las dificultades
con la fortaleza con que venciste, por el poder de la Cruz,
al dragón que tienes rendido a tus pies.
Así sea.
Amén.
Rezar tres veces el Padrenuestro. Avemaría y Gloria.
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