El Banco del Vaticano (IOR) seguirá ofreciendo sus servicios financieros. El Papa Francisco ha decidido que el IOR tiene una misión importante para el bien de la Iglesia Católica, de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, según un comunicado del lunes.
La transparencia es la palabra de orden en la gestión de las finanzas del Vaticano. En este sentido, el futuro del Instituto dependerá del proceso iniciado en 2012 y sensiblemente acelerado en 2013 para buscar una supervisión eficaz y claridad en las cuentas.
El Instituto para las Obras de Religión (IOR) continuará a proveer de servicios financieros especializados a la Iglesia Católica en todo el mundo.
En el comunicado no se específica como funcionarán los nuevos servicios bancarios del IOR. Sin embargo, es un proceso que se subraya ha sido iniciado y se realizará con “prudencia” siguiendo “una rígida supervisión reguladora y mejoras respecto a las normas y la transparencia”.
La existencia del Banco del Vaticano queda confirmada, ahora se espera que termine el plan de “asegurar que el IOR pueda cumplir su misión, como parte de la estructura financiera de la Santa Sede y del Estado del Vaticano”. El nuevo plan de funcionamiento del IOR será presentado al Consejo de Cardenales del Santo Padre y al Consejo de Economía.
El Papa Francisco ha aprobado la propuesta de recomendaciones presentada por el Secretario de la Economía, el cardenal australiano George Pell y el presidente del Consejo de la Superintendencia, el laico Ernst von Freyberg y la administración del IOR.
Asimismo, la propuesta se presentó «con el consentimiento del cardenal Santos Abril y Castelló, presidente de la Comisión de Cardenales del IOR».
Al respecto, el cardenal Pell ha confirmado la importancia de un alineamiento sostenible y sistemático de las estructuras legales y normativas de las estructuras económicas del Vaticano con las mejores prácticas financieras internacionales, informó el Servicio de Información de la Santa Sede.
El texto explica que la propuesta ha sido desarrollada por los representantes de la Pontificia Comisión Referente del IOR, la Pontificia Comisión Referente de Estudio y la Dirección sobre las Organización de la Estructura Económica-Administrativa de la Santa Sede (COSEA), la Comisión Cardenalicia del IOR y del Consejo de Superintendencia del IOR.
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