En la ciudad de San Juan del Rio (Querétaro, México) reside el sacerdote más longevo del mundo, pertenece a la congregación de Misioneros Josefinos. El padre Francisco Echavarría, a sus 104 años, no pierde la alegría cristina.
Alegría del servicio
Nació en 1909 en Durango, a los 11 años entra al seminario, dado que mostraba una inteligencia poco común, con 16 años es enviado a Roma. Allí estudiará teología y alcanzará el grado de doctor en Filosofía.
Es ordenado sacerdote en 1932 y dos años después se le envía a El Salvador, lugar donde permanece 6 años, regresa a México y en 1957 regresa al país centroamericano. En sus 2 estancias en esa nación fundará parroquias y un colegio que aun funciona.
Desde 1959 tiene una intensa vida en parroquias, la cual durará 28 años. En 1987 es enviado a San Juan del Río por tres meses, tiempo que se han convertido en 27 años, durante los cuales ha impacto positivamente en la vida decenas de personas.
Muy conocido es por su alegría y su ser bromista. Tiene fama de buen confesor, visitaba a los enfermos llevando consuelo y sacramentos. Para los miembros de so congregación es ejemplo de sencillez, perseverancia y vida cristiana.
Por Omar Árcega
Artículopublicado originalmente por El Observador
Hoy celebramos a...