“Lo que ha destrozado la economía de mercado” ha sido que las empresas definieran el beneficio “como su único objetivo. Por eso estamos en crisis”, según Bernard Scholz, presidente de la Compañía de las Obras de Italia (CdO Italia), asociación que aglutina a una red de empresas y ongs de todo tipo cuyo fin es sostener y apoyar a sus asociados de diversas maneras. Scholz, que asistió recientemente en Madrid a un encuentro organizado por CdO España, adelantó que “este tipo de capitalismo está llegando a su fin”, lo cual no conlleva el ocaso “de la economía de mercado sino el fin de una era”. Para él, todo arranca del estatalismo e individualismo del XX, con una característica en común: que el individuo “no cuenta, no tiene necesidad de asumir ninguna responsabilidad personal. Todo esto ha llegado a su fin y asistimos al final de estos dos sistemas. El futuro sólo puede ser uno: que tú respondas libremente a los retos que la vida te pone delante”.
Para tender al cumplimiento de este objetivo, está la CdO, que “intenta –afirma- que te conviertas en el sujeto que crea un mundo distinto. Por eso se llama amistad operativa (lema de esta asociación mundial): porque el amigo se interesa por tu propio destino, pero no te sustituye en tu responsabilidad personal, pues si tú no respondes en primera persona, no puedes madurar”.
Enfoque cristiano
Todo parte del hecho de que “la ley de la vida es darla”, como decía Luigi Guissani, fundador del movimiento católico Comunión y Liberación, a cuya sombra nació y ha crecido la CdO, entidad que promueve diversas actividades abiertas a todos, como el Meeting de Rímini, que se celebra anualmente en agosto desde hace varias décadas, y cristaliza cotidianamente, “en una relación personal, con todos los instrumentos operativos que podamos crear juntos y con todas las alianzas que podamos establecer en un diálogo con todos, socios y otras asociaciones. El diálogo hay que abrirlo en 360 grados, pero la intencion sólo puede ser esa: la relación personal”, enfatizó su presidente.
Ante el paro que asola a Europa y, especialmente, a algunos países como Italia y España, aludió a que esta crisis hay que afrontarla desde dos posturas. En primer lugar, abordarla en primera persona; es decir, “o respondo con todo lo que soy o espero que otro responda en mi lugar: o somos objetos o somos sujetos”. Este protagonismo del “yo” favorece la creatividad para la innovación y la conciencia de nuestra utilidad, pero tal es la presión ambiental que tiende a encerrarnos, “a que nos defendamos, a que me convierta en un objeto”, puntualizó. Para cambiar esta sumisión a las circunstancias que nos atenazan, tan propias del vivir, el directivo aludió a encararlas en compañía. Esto vale para las personas y las empresas.
“¿Con qué otros podría juntarme?”
Contestando a la pregunta sobre cómo abrir nuevos mercados, Scholz matizó que una “pequeña empresa sólo puede internacionalizarse si tiene un producto muy especial que todas quieran comprar (esto ocurre rara vez). Por tanto, para las pymes de Europa se plantea la pregunta de cómo es posible trabajar juntos, porque es imprescindible hacer networking. Esto afecta a la internacionalización, pero también a la normalidad de la vida”. Así, los parados necesitan el apoyo en cuestiones concretas y para estos y las empresas, el presidente de la CdO Italia les sugiere que lo importante es preguntarse: “Si yo no puedo solo, ¿con qué otros podría juntarme? Esto es un cambio de mentalidad que supone un cambio de era. Nos hace más fuertes porque nos abre y cuando uno está abierto, la realidad, de algún modo, empieza a hablarnos y empieza a respondernos”.
Innovar, un paso más allá de crear
Para responder a los desafíos actuales, se señala continuamente el que las crisis conllevan grandes posibilidades. A este respecto, otra pregunta solicitó de Scholz cómo favorecer la creatividad en todos los ámbitos, a la cual primeramente matizó “que sólo Uno crea” y, a renglón seguido, dijo que “es una virtud personal que en su origen es la capacidad de valorar lo que existe, de comprender el significado y la utilidad de lo que existe y ponerlo en valor”. Esto se consigue “cuando uno se pregunta” continuamente, porque “si hay un problema hay que preguntarse cómo afrontarlo y entonces se convierte en algo creativo. Es la apertura de las personas lo que las hace creativas”, pero ante la crisis, “hay muchos que no se preguntan nada y otros que se hacen muchísimas preguntas”.
Aunque popularmente se tiende a identificar, creatividad e innovación son distintas, según Scholz, porque “la innovación es un proceso que aporta una novedad en un contexto organizativo. Hablamos de un proceso de cambio que conlleva unos resultados, no basta con tener buenas ideas”.
Dentro del realismo con el que abordó su intervención el presidente de la Compañía de las Obras, matizó “que es difícil obtener resultados, porque es un proceso que requiere creatividad e ideas, pero, también, paciencia, sistematicidad y tenacidad. Por eso tenemos que ayudarnos a innovar”.
“Un enfermo puede ser más útil que Obama”
Preguntado por la desconexión con los fines de la empresa y las consiguientes quejas, porque creemos que la orientación es inadecuada, dijo que “la primera pregunta que debo hacerme es ¿qué contribución puedo hacer yo para que las cosas mejoren? Será mucho o poco, pero no puede ser sólo lo que yo piense instintivamente, pues cualquier organización tiene un fin por el que estamos trabajando juntos”. Por tanto, cualquier crítica que venga en esta línea “es interesante para el fin de la empresa”, pero no la queja por la queja.
En cuanto a la necesidad de realizarse en el trabajo y de valorar la utilidad de lo que hacemos, indicó que “la utilidad depende de la posición que uno tiene con relación a la empresa”, que pasa primeramente “por hacer bien lo que haces”. Expuso que para el cristianismo “no hay nada inútil. No hay trabajos más útiles que otros (…). Pero tenemos la idea equivocada de que quien tiene más poder puede ser más útil. Para mí, una persona que en este momento esté en cama con una enfermedad y que ofrece esta enfermedad, puede ser más útil para el futuro del mundo que el mismo Obama”.
La asociación tiene sedes en diversas partes del mundo y cada una es económica y organizativamente autónoma. En nuestro país, su sede está en una céntrica calle de Madrid, pero tiene delegaciones –en la mayoría de los casos, sin sede corporativa- en otras ciudades, propiciadas por personas singulares.
La CdO en España
De entre la variedad de actividades promovidas por la asociación, se desarrolló el pasado lunes una para desempleados. Participaron nueve en Madrid y varios más en Córdoba y Bilbao, conectados por Skype. En el encuentro, al que asistían algunas personas que eran amigas de socios, se afrontó el modo de realizar el currículo para conseguir trabajo. En este sentido, Joseba, periodista de Bilbao que lleva seis meses en paro, informó, tras entrevistarse con distintos responsables de recursos humanos, de que lo que buscan las empresas en el CV son la experiencia y lo que sabe hacer el trabajador, y eso hay que “exponerlo de modo impactante en la primera hoja del currículo, porque el resto no se mira”. Para ello, José Luis Linares, uno de los responsables de la CdO, pidió también a los asistentes que definieran su trayectoria profesional en 20 segundos y los animó a que se ejercitaran en ello para delimitar cómo se quieren presentar en una entrevista de trabajo.
La CdO en España programa muchas y variadas actividades, desde desayunos de trabajo sobre cuestiones que puedan interesar a los socios, y son ellos mismos los que exponen ante el resto, hasta convenios con entidades para conseguir mejores precios en productos y servicios, o asistir a reuniones internacionales de empresas, como el Matching o el Meeting de Rimini.
En todos los casos, y como apuntó Scholz en su intervención, “La CdO tiene como único fin el de sostener a las personas en su responsabilidad personal y lo hace de una manera operativa, y para ello, crea métodos e instrumentos que sostienen a las personas”. De ahí en adelante esa “amistad operativa” que predica su lema, se concreta en mil formas, desde las personales hasta las colectivas.
Hoy celebramos a...