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Sé sincero.
Si las reuniones de Zoom con amigos te resultan repetitivas o angustiantes porque te obligan a estar a determinada hora en la pantalla y tú tienes asuntos importantes que atender, es mejor que se lo digas. Tus amigos o familiares no conocen tu situación al mismo nivel que tú. La doctora Gold recomienda que hables sinceramente y digas si la reunión de Zoom te da fatiga tal como está planteada. En el trabajo, también puedes comunicar al equipo qué es lo que te inquieta o cansa, para que se pueda mejorar. Tal vez es cuestión de proponer un cambio de horario o un nuevo sistema de organización en el trabajo.
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