Imagen de la beatificación de Pablo VI
Pablo VI trató que las celebraciones pontificias tuvieran una forma más sencilla. El 6 de agosto de 1978 entregó su alma a Dios en Castel Gandolfo y, según sus disposiciones, fue sepultado en humildad, tal como había vivido.Dios, pastor y guía de todos los fieles, confía a su Iglesia, peregrina en el tiempo, a quienes ha constituido vicarios de su Hijo.
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