¿No te ves rezando?
"¿Cómo voy a rezar si tengo tanto trabajo?". Basta un pensamiento. Una frase dirigida a Dios es suficiente para que le digamos que le amamos. Te pueden servir algunas como:
"Danos la paz".
"Santa María, detén tu día".
"Jesús, contigo más y mejor".
Las jaculatorias son tan poderosas como un concentrado atómico.
+© SHUTTERSTOCK