Desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, la
basílica de Sainte-Anne d'Auray, en Bretaña, acoge a jóvenes voluntarios de entre 17 y 25 años. A cambio de alojamiento y comida, intervendrán en la recepción de los numerosos visitantes y peregrinos que acuden. “Ayudarán en la recepción, visitas guiadas, animación litúrgica… pero también experimentarán buenos momentos que les ayudarán a encontrarle el verdadero sentido a sus vacaciones”, destacan el padre Gwenaël Maurey, rector de la basílica, y el padre Joël Bernard, un joven párroco haitiano al servicio de la basílica y de la pastoral juvenil de la zona, al hablar sobre el origen de esta propuesta.