DÍA 3: AYUNA DE ENOJOS Y LLÉNATE DE PACIENCIA.
“Descansa en el Señor y espera en él; no te exasperes por el hombre que triunfa, ni por el que se vale de la astucia para derribar al pobre y al humilde. Domina tu enojo, reprime tu ira; no te exasperes, no sea que obres mal; porque los impíos serán aniquilados, y los que esperan al Señor, poseerán la tierra.” (Salmo 37, 7-9)
La paciencia es la capacidad de ver lo que otros tienen y confiar en que lo que tienes ahora es exactamente lo que Dios sabe que necesitas, libre de comparaciones y confiado de que tu futuro traerá solo lo que te ayudará a acercarte a él y a las personas que te importan. La paciencia es una de las virtudes más valiosas para ser felices.
En nuestro día nos toparemos con situaciones frustrantes. Alguien que no nos trata bien o padecer demoras a causa de otros. En lugar de llenarte de enojo en ese momento, elige ser paciente y recuerda que estás sacándole provecho para fortalecer tu capacidad para vencer la ansiedad, evitar caer en acciones que te hagan más daño y encontrar armonía.
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