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DÍA 1: AYUNA DE QUEJAS Y LLÉNATE DE GRATITUD.
“Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús.” (Tesalonicenses 5,18) Un corazón lleno de gratitud es realmente un corazón feliz. Cuando somos agradecidos nos llenamos con las cosas sencillas de la vida y recuperamos un tiempo valioso. Cuanto más practiques la repetición de los momentos de gratitud en el día, crearás buenos hábitos identificando las necesidades reales y concentrándote en lo que realmente importa. Cuaresma de agradecimiento. En vez de poner el foco en lo que nos falta o no tenemos, hoy podemos agradecer por las cosas grandes de nuestra vida como la familia y los amigos, pero también por muchas otras que aunque sean pequeñas podemos agradecer como una taza de café, diez minutos extra de sueño o un hermoso atardecer. Busca en los detalles del día y haz tu acción de gracias.
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