Lava los cacharros conforme vayas acabando de usarlos.
Elimina esa imagen de "cocina-territorio devastado". Algunos cocinan y presumen de plato en la mesa, pero dejan un rastro terrible en la cocina y confían en que "otra mano" se encargará de lavar lo que ellos ensuciaron. No.
El cocinado y el lavado son un trabajo en cadena. Lo más práctico es ir lavando los cacharros conforme los vas empleando. De este modo, al irte a la mesa con el plato, la cocina está prácticamente recogida y no da susto entrar en ella más tarde, cuando todos han acabado de comer.
Moraleja: quien quiera cocinar, ha de estar dispuesto a lavar.
+© Horatio Villalobos - PD