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Mejora tu arreglo personal
Suele ocurrir que al no trabajar, uno se queda en casa. Deja de emplear traje y corbata, y pasa al modo "ropa cómoda". Ojo, porque eso puede derivar en una despreocupación que acaba por reducirse a la mínima higiene. Aunque no nos vaya a ver el jefe y aunque no tengamos clientes, uno debe luchar por estar desde primera hora de la mañana afeitado y vestido de forma que en cualquier momento podamos recibir la visita de una persona o salir a la calle en condiciones. Nada de ponerse una camiseta de algodón con agujeros porque "total, no me ve nadie". No pierdas tus hábitos, como maquillarte, ir a la peluquería o hacerte la manicura. Nada de llevar el pelo sucio y recogido en un moño informal. Hay que mirarse al espejo y producir un "wow". Objetivo: cada día, desde el punto de la mañana, estar en perfectas condiciones para la batalla (porque buscar trabajo es eso, una batalla).
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