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París
1’2 millones de participantes

“Maestro ¿dónde vives? Venid y veréis” (Jn 1,38-39) Vuelco de la situación para la JMJ de 1997. Las previsiones sobre el número de participantes no eran de las más optimistas, así que cuando la aglomeración final en el hipódromo de Longchamp hizo lleno, con probablemente un millón de personas, la sorpresa fue general. En París, Juan Pablo II beatificó a Frédéric Ozanam, ejemplo de santidad para los jóvenes. También se produjo un silencioso y discreto homenaje a Jérôme Lejeune durante la estancia del Santo Padre, así como una “cadena humana de fraternidad” de 36 km con jóvenes de todo el mundo. Fue también en París donde nacieron las jornadas en las diócesis. De esta manera, los jóvenes descubren la fe de los habitantes del país.
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