Saber decir "no".
Decir "sí" a los demás más supone decirse "no" a sí mismo. Por este motivo es importante aprender a evaluar nuestras responsabilidades y aceptar que no podemos estar siempre a disposición de los demás.
Si estamos al límite de capacidad en el trabajo sepamos marcarnos el límite y rechazar propuestas que nos lleven a realizar mal nuestras tareas por querer abarcar demasiado.
En cuanto a la familia y el hogar, evaluemos la lista habitual de tareas y pidamos ayuda: se puede contratar a alguien si las posibilidades económicas lo permiten o repartir de forma más equilibrada las responsabilidades con nuestro cónyuge.
Recordemos que "No" es una oración completa en sí misma, pero es necesario explicar con caridad por qué “no” podemos.
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