Respirar y moverse.
La presión constante de hacerlo todo acaba en un exceso de la hormona del estrés (cortisol) que causa estragos en nuestro cuerpo, causando deficiencias de memoria, cambios de humor y aumento de peso.
Para contrarrestar los efectos del cortisol es bueno respirar lenta y profundamente durante el día y reservar tiempo para ir al gimnasio u otra forma de ejercicio, como volver a casa caminando.
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