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La curiosidad de Tomás, el asombro de los dos apóstoles La escena estaba cargada de suspense. Tomás, como narra el Evangelio, no había estado presente en la última aparición de Jesús a los apóstoles. "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”, había dicho Mateo, o Leví, que antes de encontrar a Jesús era un recaudador de impuestos de los judíos para el imperio romano. ¿Qué hará Mateo ahora que Cristo vuelve a presentarse? Se preguntan en la imagen los otros dos apóstoles. ¿Será uno de ellos Juan, el evangelista que narra el pasaje en su Evangelio?
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