Empatizar políticamente
Significa ponerse en el lugar del otro, comprender su punto de partida y su argumentario. Los orígenes, la cultura en la que hemos crecido, las malas experiencias cercanas o lejanas forman parte del tejido con el que elaboramos nuestro pensamiento. Pero todo eso se puede afinar, transformar y mejorar. Del mismo modo que hay que tener en cuenta los posibles prejuicios contra un partido, una institución o un líder. Con el diálogo se puede conseguir un acercamiento e incluso un cambio, por qué no.
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