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SAL BENDITA - Es necesario pedirla al párroco, aunque hoy algunos sacerdotes no están familiarizados con esta práctica. La sal bendita representa una poderosa arma contra el mal, conforme el texto usado en su bendición: es símbolo de salud de la mente y el cuerpo, pues tiene el sentido de librarnos de la impureza y las influencias malignas. Cristo nos exhorta, en el Evangelio, a ser sal de la tierra y luz del mundo.
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