Los niños traen consigo la capacidad de dar y recibir ternura
“Los niños además, en su simplicidad interior, traen consigo la capacidad de dar y recibir ternura. Ternura es tener un corazón “de carne” y no “de piedra”, como dice la Biblia (cf. Ez 36, 26). La ternura también es poesía; es “sentir” las cosas y los acontecimientos, no tratarlos como meros objetos, sólo para usarlos porque sirven...” (Audiencia General, miércoles 18 de marzo de 2015).
+© Antoine Mekary | ALETEIA